Las notables actuaciones de Xavi Cañellas en el scratch, séptimo, y de Juan Peralta en el keirin, undécimo, hicieron recuperar la ilusión en la selección española en la segunda jornada del Mundial de Apeldoorn, después del aciago inicio del miércoles. Un día en el que se coronaban respectivamente el bielorruso Yauhenni Karaliok y el colombiano Fabián Hernando Puerta, así como los equipos de persecución de Gran Bretaña, masculino, y Estados Unidos, femenino.
Cañellas. Foto Fed. Española. |
Cañellas comentaba antes de salir que “todos quieren que la carrera vaya rápida y que no se decida al sprint. Por eso voy a salir con menos desarrollo del habitual para reaccionar mejor a los cambios de ritmo. No sé cuantas balas podré gastar, pero intentaré estar ahí, porque la carrera no se decidirá al sprint”. En efecto, a mitad de carrera, Karaliok junto al australiano Callum Scotson y al italiano Michele Scartezzini ganaban vuelta, aunque el transalpino lo hacía de forma agónica sin poder dar un relevo. Ninguno de los ataques posteriores tuvo tanta entidad por lo que estaba claro que entre ellos se jugarían los metales, con la segunda plaza para el italiano, recuperado en esas vueltas en el seno del pelotón.
Pese a que las medallas estaban decididas, Cañellas quiso ser protagonista como había anunciado. “Al principio estuve a ver la carrera, a controlar. La pena es que cuando arrancaron no estaba a rueda. Para salir tenía que gastar mucho, mucho, y no sabía si iban a ser unas balas necesarias, ya que no estaba claro si iban a ganar vuelta o no, aunque al final hayan doblado. A falta de quince, ha habido un parón y nos hemos ido el ucraniano y yo. Aunque él iba mejor yo y me daba unos relevos muy fuertes, lo he dado todo para llegar. Nos han pillado primero Ivo Oliveira y luego en meta me ha pasado uno de los que venía del pelotón. Al final séptimo, que creo que es para estar contento”.
Final B para Peralta
Foto: WK Baan Apeldooorn |
Por otro lado, en el keirin Juan Peralta quedaba undécimo -quinto en la final B-en un torneo en el que el colombiano Fabián Puerta se hacía con el oro -ese que se le escapó en el Mundial de su país, en Cali 2014 ante François Pervis-, por delante del japonés Tomoyuki Kawabata y el alemán Maximilian Levy.
El español se clasificaba para la segunda ronda tras ganar su repesca y así nos contaba su trayectoria. “La repesca ha sido un éxito. Ganar una serie en un Mundial es algo muy complicado. Iba detrás de Webster y me acordaba de una táctica que hizo en los Juegos Olímpicos de ir tensando hasta que ganó. Y es lo que ha hecho, solamente que le he pillado el rebufo y le he podido pasar. Una alegría inmensa. En la semifinal me ha tocado el uno, y ha sido rara. Ha dejado mucha distancia el holandés -Harrie Lavreysen, ganador de la serie- y he dudado, pero él sabía que la remontaba. Era su distancia y me ha pasado porque estaba muy fuerte. Una pena porque entrar en la final hubiera sido el no va más. Pensándolo fríamente quizá me tendría que haber subido al peralte y arrancar con él, y quizá habría quedado segundo. Pero a toro pasado todo se ve muy fácil. La final ha sido muy rápida, he intentado buscar la rueda de Vynokurov, pero se ha tensado delante y hemos llegado uno detrás de otro, nadie ha podido pasar. De todas formas contento, ya que es mi mejor resultado en un Mundial y cada vez tengo más confianza en esta prueba”.
Foto: WK Baan Apeldooorn |
En cuanto a las finales de persecución por equipos, en la masculina ningún problema para Gran Bretaña, aunque Dinamarca llevó la delantera hasta mitad de carrera. Charlie Tanfield, Ethan Hayter, Ed Clancy y Kian Emadi terminaban con un notabilísimo tiempo de 3:53.389 frente a los 3:55.232 de Dinamarca (Niklas Larsen, Julius Johansen, Frederik Madsen y Casper Von Folsach). En cuanto a la final B, Italia no daba opción a Alemania, pese al mejor inicio de estos, logrando un bronce que le suponía regresar a un podio, algo que ¡no lograban desde finales del siglo XX. Los artífices, Simone Consoni, Liam Bertazzo, Filippo Ganna y Francesco Lamon. Curiosamente en esta disciplina subían todos los equipos al podio con solo cuatro corredores, a diferencia de lo ocurrido el miércoles con las velocidades.
También la selección italiana femenina se hacía con el bronce -rompiendo una tradición anglosajona de podios completos desde 2008-, en esta ocasión con Elisa Balsamo, Simona Frapporti, Tatiana Giuderzo, Letizia Paternoster y Silvia Valsecchi, ganando en la final B a Canadá como ‘aperitivo’ a lo mejor de la tarde: la final absoluta entre Estados Unidos y Gran Bretaña.
Y es que la cuarteta formada por Katie Archibald, Laura Kenny, Elinor Barker y Emily Nelson tomó la delantera hasta poco después del segundo kilómetro. Fue el momento en que las norteamericanas se habían quedado con tres…. y emergió la figura de Chloe Dygert, con relevos larguísimos que permitieron a Estados Unidos enjugar la desventaja, ponerse por delante y revalidar el título: 4:15.669 a 4:16.980. Jennifer Valente, Kelly Catlin y Kimberly Geist completaron ese podio.
La jornada se completaba con el inicio del torneo de velocidad. Tania Calvo comenzaba los 200 con el decimoséptimo registro -11.126, con la australiana Stephanie Morton marcando el mejor tiempo, con 10.645- por lo que se veía emparejada en dieciseisavos con la ucraniana Liubov Basova, que le precedía en la clasificación, con apenas 25 milésimas menos. Un enfrentamiento bastante accesible, pero que no pudo superar, por lo que el viernes terminará en decimoctavo lugar.
Este viernes finalizará este torneo de velocidad, con las dos últimas rondas. De momento en semifinales tenemos a Morton contra Wai Sze Lee (Hong Kong) y a las germanas Pauline Grabosch-Kristina Vogel, en un resultado bastante adaptado a lo que fue la realidad de los 200 metros.
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