Tal
día como hoy, hace doce años, fallecía
en el velódromo t’Kuipke de Gante, en el transcurso de los Seis Días, Isaac
Gálvez, uno de los mejores pistards españoles de todos los tiempos, doble campeón del mundo de madison y dos veces subcampeón, siempre en
compañía de Joan Llaneras.
El accidente que
le costó la vida al barcelonés fue un caso de verdadera mala suerte ya que se
enganchó con otro corredor –sin ninguna culpa por parte de éste- saliendo
despedido hacia el exterior, y no hacía abajo con es habitual, golpeándose contra la balaustrada y
rompiéndose varias costillas que le afectaron al corazón y al pulmón. Fue
reanimado en la pista, pero fallecía cuando era conducido al hospital. Tenía
apenas 31 años. Eso sí, un periodista español, el mismo que dijo que el
ciclismo era un deporte descansado porque se podía comer mientras se iba en
bicicleta, tuvo la osadía de decir que el accidente se debió a que los
velódromos no trabajaban los aspectos de seguridad como los circuitos de
motociclismo y Fórmula 1 que tenían una escapatoria. Sin más comentarios.
Aunque
sus inicios en pista fueron en pruebas de velocidad, Gálvez pronto se pasó al fondo donde su rapidez podía ser un excelente
contrapunto en especialidades como la madison. Y así fue en el Mundial de
1999, en Berlín –escenario esta semana de la tercera manga de la Copa del
Mundo-, donde formaba por primera vez pareja con Llaneras. Su victoria se gestó con un potentísimo ataque a falta de 30 vueltas,
consiguiendo ganarla en menos de seis. En aquel tiempo era el factor decisivo
la vuelta ganada… y ninguna otra pareja estaba en esa situación por lo que la
dupla española se hacía con el título. Y se comenzaba a gestar una gran
amistad.
La
solidez de la pareja catalano-balear se ratificaba en Manchester 2000, con la medalla de plata tras los que fueron más
fuertes, los alemanes Stefan Steinweg y Erik Weispfennig, y el mismo metal en Amberes 2001, donde una vuelta ganada de más
daba la victoria a los franceses Jérôme Neuville y Robert Sassone, pero los
españoles superaban a los argentinos por un solo punto. La racha se rompía en
Ballerup 2002, donde el marcaje, a veces excesivo e injustificado sobre nuestros
ciclistas, propició que ninguno de sus ataques fuera concluyente y terminaran
en quinta posición.
Por
aquella época Gálvez ya era un ciclista
cotizado y Kelme le dio la oportunidad de pasar a profesionales en carretera,
y teniendo que dejar la pista al no poder compatibilizarlo y no querer desde la
dirección técnica federativa que fuese un ‘paracaidista’ –ciclistas que llegan
a los Mundiales o a los Juegos sin haber hecho la temporada de pista-. Tan sólo regresaría a los velódromos en 2006,
tras un cambio al frente de la selección, para lograr su segundo ‘arco iris’ en
una madison casi perfecta en el velódromo de Burdeos.
Ya
era un corredor consolidado en la carretera, con los colores del Illes Balears, donde llegaría a sumar hasta diez triunfos antes de su fallecimiento, cinco
de los cuales fueron en Mallorca, la isla a la que nunca llegó para disputar
ese Mundial soñado de 2007. Joan estuvo muy afectado, aunque nunca he querido
hablar de la pérdida de su gran amigo, algo que se entiende perfectamente: su mejor forma de homenaje fue la
exhibición dada en el Palma Arena en la puntuación ante sus amigos y la propia
familia de Isaac.
Como
decíamos, un accidente fortuito le costó la vida a Gálvez… y al belga Dimitri
de Fauw, el otro ciclista implicado en el accidente, que no tuvo la culpa de
nada y es algo que le dijeron una y otra vez todos los pistards, pero que se vio tan afectado por la
pérdida de Gálvez, con continúas depresiones, hasta que se suicidó en 2009,
también en este mes de noviembre.
Sirvan estas estas líneas como recuerdo y homenaje a la figura de Isaac
Gálvez y a la de Dimitri de Fauw.
Merecidísimo homenaje a Isaac Gálvez, con trágico desenlace que viví desde una posición muy comprometida.
ResponderEliminarMi sentimiento de culpabilidad
En ocasiones me he sentido culpable por empeñarme en que Isaac volviera a formar pareja con Joan y enrolarlo nuevamente en la selección en busca del oro olímpico en Pekín 2008. A veces he pensado que por mi empeño volvió a la pista y por eso compitiendo en ese marco, tuvo el accidente. Pero con el trabajo personal realizado, hoy soy muy consciente que hice lo que debía incorporando a Isaac, ya que él tenía muchas ganas de volver y era sin duda la mejor pareja que podía tener y bajo mi punto de vista, la mejor pareja también del mundo como lo demostraron en la primera ocasión que tuvieron en el mundial de Burdeos 2006.
El proceso de incorporación de Isaac
Me gustaría explicar como fue su incorporación en el equipo que estaba formando para los Juegos Olímpicos de Pequín 2008. Conocía muy bien a Isaac, ya que competimos en las categorías inferiores como rivales (éramos nacidos en el mismo año) y no olvido el dominio abrumador de Isaac ya en los Campeonatos de España cadetes disputados en Silla (Valencia) el verano de 1991. Cuando me nombraron seleccionador del equipo español en 2005, incorporar a Isaac fue una de las principales tareas. Sin hablar con Joan me puse a solucionar los posibles inconvenientes que la RFEC pudiera tener con su reincorporación a la selección. Una vez solucionado, hablé con Isaac y con Joan, lo primero era compaginar el calendario con del equipo de carretera de Isaac (Illes Balears – Caisse d’Épargne, actual Movistar) con el del equipo de pista. Lógicamente no podía ser como dice Luis Román un “paracaidista” y llegar solo para el mundial. Me alegró mucho conocer la opinión de Isaac en mi primera reunión con él ya que mostró una predisposición fantástica: Dídac, aquí mandas tú, dime qué quieres que corra, lo hablamos con Eusebio Unzue y tiramos para delante.
El mejor ejemplo de su actitud fue el primera copa del mundo que corrió conmigo. Fue en Manchester en diciembre de 2005 y no corrió con Joan Llaneras, hizo madison con Miquel Alzamora (5º) y participó en una de las series de la persecución por equipos, donde conseguimos el 4º puesto. Le dije: Isaac saldrás en la persecución por equipos en Manchester y él me repetía: Dídac, tú eres el jefe aquí, lo haré lo mejor que pueda.
Entrenaron muy duro Joan e Isaac para el mundial madison, con entrenamientos especialmente duros en nuestra concentración previa en el velódromo olímpico d’Horta en Barcelona. El final de esta temporada con el arcoíris en Burdeos 2006, era el augurio de un buen camino reiniciado para afrontar el ciclo olímpico hasta Pequín 2008.
De la alegría del mundial a la conmoción del equipo
Todavía conservo la convocatoria oficial que realicé a Isaac Gálvez para la concentración del 4 al 8 de diciembre de 2006 en Valencia y a la que ya no pudo venir, QUÉ RABIA!! A pesar del tiempo transcurrido todavía se me revuelve el corazón al recordar la llegada de las chicas, incluida su hermana Débora y el resto de chicos componentes de la selección, mucha tristeza, muchas lágrimas en el hotel y un sentimiento común, Isaac no nos querría ver derrotados, debíamos hacerle el mejor homenaje posible, seguir su lucha por los Juegos Olímpicos.
El resurgir del equipo y sobre todo de Joan Llaneras
La copa del mundo de Moscú la corrimos con un brazalete negro en la manga. Joan hizo propio ese mensaje que desciframos de Isaac y se puso manos a la obra, campeón del mundo de puntuación en Mallorca 2007, muy sinceramente nunca he llorado tanto en una pista como ese día. El homenaje de Joan en forma de resultados deportivos, para mi ha sido uno de los más bonitos, yo llegué a notar la fuerza de Isaac en los Juegos de Pequín con ese oro en puntuación y esa plata en madison junto a Toni Tauler, que por muy poco no fue oro. El recuerdo de Isaac estuvo muy presente en todo ese tiempo y todavía hoy lo recordamos con mucho cariño.
Didac Navarro