L
a UCI publicaba ayer en su web un interesante reportaje sobre la medición de vatios y su relación con los
esprinters de pista. Por su indudable interés, publicamos íntegro este valioso
documento.
Andre Greipel. Foto Wikipedia |
En los
últimos años, los ciclistas y sus entrenadores han recurrido cada vez más a la medición de vatios para
establecer planes de entrenamiento y establecer un ritmo de carrera óptimo.
Los vatios son una medida de la potencia
(el coeficiente al que se produce la energía) y en el ciclismo se calculan
midiendo la fuerza por la velocidad que el ciclista está imponiendo en los
pedales en un momento dado.
Los velocistas de carretera producen
impresionantes medidas de vatios a medida que se lanzan en los metros de
finales de una etapa de una gran vuelta. Mucho
se ha hablado de las medidas en vatios de André Greipel: en 2018, el entonces
velocista alemán del Lotto Soudal alcanzó 1.903 vatios, con una velocidad
máxima de 76,8 km/h en el sprint final de la sexta etapa del Tour Down Under,
promediando 1.326 vatios en la totalidad de su esprint ganador. Esto ocurrió al
final de dos horas de carrera en un circuito urbano de 90 km en Adelaida.
También hemos oído acerca de la potencia de
los escaladores cuando abordan subidas pronunciadas, donde su relación
potencia/peso es de suma importancia.
En un velódromo, sin embargo, no hay
subidas, no hay viento, no hay variables externas.
Los
velocistas de pista: los artistas poderosos
Chris Hoy en Pekin 2008 © Graham Watson / UCI |
Con 1,85 y 92 kg, el ahora retirado Sir Chris Hoy disparaba 2.500 vatios
mientras competía en el velódromo a 80 km/h. Uno de los ciclistas más
condecorados de la historia, el once veces campeón del mundo UCI y el seis
veces campeón olímpico tenía muslos de 68,5 cm.
Mientras tanto, en lo que respecta a las
mujeres, antes de su retirada, la
australiana Anna Meares podía generar más de 1.800 vatios de potencia en una
competición. La once veces campeona del mundo UCI y doble campeona
olímpica, podía hacer una fuerza de 235 kg con una pierna.
Es posible producir la misma cantidad de vatios usando una fuerza más alta y una velocidad
más baja, o usando una fuerza más baja y una velocidad más alta como se
demuestra en este video de una sesión de entrenamiento en Japón.
Los velocistas de pista están moviendo
desarrollos mucho más grandes ahora, por
ejemplo 60 x 12 (cubriendo 10,5 metros por pedalada) en comparación con los que
movían algunos años atrás cuando la multiplicación era, aproximadamente, de 48
x 14 (cubriendo 7.2 metros). Esto significa que los pistards ahora están
pedaleando más lentamente, alrededor de 130-135 revoluciones por minuto (rpm),
en comparación con las 160 rpm en los días en que se movían desarrollos más
pequeños.
El ciclista profesional alemán Robert Förstemann fue protagonista
indiscutible de las redes sociales hace unos años cuando utilizó sus piernas de
74 cm para tostar pan en una
tostadora de 700 vatios. Förstemann,
medallista de bronce olímpico de velocidad por equipos en Londres 2012 y
campeón del mundo UCI 2010 en la misma disciplina, pedaleó en una bicicleta
estática a aproximadamente 700 vatios durante un poco más de un minuto. La
energía que se produjo fue convertida en energía térmica gracias a los
filamentos de la tostadora.
Aparte de la moda en las redes sociales,
los vatios se han convertido en un protocolo estándar para monitorear el
progreso de los atletas.
"Los
vatios altos no necesariamente significan que vas a ser rápido"
En el Centro
Mundial de Ciclismo (WCC) de la
UCI en Aigle
(Suiza), los pistards completan una Prueba de Perfil de Potencia a su llegada
utilizando las bicicletas del centro. Consiste
en dos pruebas de potencia máxima de 6 segundos, una prueba de velocidad de 30
segundos y una prueba aeróbica de 4 minutos. El uso de este protocolo
permite a los entrenadores determinar la capacidad de los ciclistas y si son
más adecuados para las pruebas de velocidad o de fondo. Estas pruebas,
repetidas a lo largo de su estancia, monitorean su progreso.
Craig McLean. Foto: Wikipedia |
Las mediciones de vatios también tienen un
papel importante en la identificación del talento y el desarrollo de ciclistas
más jóvenes en todo el mundo. La prueba
de perfil de potencia proporciona datos precisos para los atletas que entrenan
en los diferentes centros satélites de UCI WCC en todo el mundo. Esto
permite a los entrenadores del Centro Mundial de Ciclismo detectar nuevos
talentos, monitorear su progreso, compararlos con entrenamientos de otros
ciclistas y estimar su potencial de mejora.
Pero
los vatios no son el principio y el fin de todo, advierte el entrenador del UCI
WCC Craig McLean, él mismo medallista de plata olímpico en el 2000 y campeón del
mundo UCI en 2002. Dice que el más rápido de su grupo actual de atletas tiene
el vatiaje más pequeño.
"La capacidad de hacerte eficiente,
con un buen equilibrio, coordinación y táctica es parte del ciclismo de
pista", advierte McLean. “Los vatios son una medida útil. Tratamos de
entrenar a los atletas para aprovechar al máximo el poder que tienen, pero los vatios altos no necesariamente
significan que vas a ser rápido".
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