A pesar de haber llegado con
apenas unas horas de los Emiratos Árabes al velódromo de Pruszkow, con el
riesgo y el cansancio que ello supone, Roger
Kluge hizo valer su momento de forma y lo que supone correr habitualmente en el
ProTour para revalidar junto a Theo Reinhardt su título de campeones del mundo
de madison, en una prueba en la que teníamos muchas esperanzas con Albert
Torres y Sebastián Mora, que terminaban
finalmente quintos, un gran resultado a tenor de cómo se vivió la madison más
vibrante y competida de los últimos tiempos.
Los campeones alemanes. Foto: UCI Track |
Los germanos finalizaban con
105 puntos -con tres vueltas ganadas- por 84 de los daneses Lasse Norman Hansen
y Casper Von Folsach y 82 de los belgas Kenny De Ketele y Robbe Ghys -todos
ellos con ese triple ‘bonus-, con los
españoles con 40 puntos, gracias a ganar el último sprint en el que subieron
dos posiciones, desplazando a Francia y Polonia.
Australia y Alemania fueron
las naciones que inicialmente más se prodigaron, hasta que los polacos se
movieron cuando apenas se llevaban 50 vueltas, y los alemanes entendieron que era su momento, ganando vuelta, aunque
posteriormente lo harían otras naciones como Dinamarca, Bélgica, Australia o
Gran Bretaña, en una carrera que estaba resultando trepidante. España no se había metido en esos
movimientos, pero aprovechó muy bien el parón para arrancar y meterse en una batalla
que ya había separado el grano de la paja, aunque la potente dupla francesa
se había quedado inicialmente fuera.
Alemania
fue poco a poco abriendo hueco en el marcador gracias a su presencia en los
sprints, pero la clave estuvo en una segunda vuelta que ganarían junto a
australianos, belgas o franceses y posteriormente los
daneses. España se quedaba en un segundo pelotón y según iba avanzando la
carrera se veía que las opciones de podio para Torres y Mora comenzaban a
esfumarse.
Con dos vueltas ganadas, Kluge y Reinhard tenían ya una cómoda
diferencia, por lo Dinamarca entendió que las opciones para ganar -el simple
podio no les valía- pasaban por ganar vuelta y a ello se pusieron,
lográndolo cuando quedaban menos vueltas con lo que alcanzaban el liderato
provisional, aunque Alemania y Bélgica
reaccionaban y también lo hacían en la parte final. Para los germanos
significaba el tercer ‘bonus’ y ratificar su victoria; para los belgas,
regresar al podio pero sin poder superar a los nórdicos.
Tan sólo quedaba ese último sprint en el que el protagonismo de
los españoles les suponía diez puntos muy bien aprovechados para terminar en
una quinta plaza que, insistimos, es un excelente resultado.
El
resto de la última jornada
Siguiendo con el fondo, pero
en femeninas, la puntuación supuso un
nuevo éxito de Australia, con Alexandra Manly, y un nuevo metal de Kirsten
Wild, el bronce, tras los dos oros -omnium y madison- y la plata de la
puntuación, con lo que la neerlandesa vuelve a irse de un Mundial habiendo ‘mojado’
en todas las disciplinas en que ha tomado parte. Entre ellas, con la plata,
la irlandesa Lydia Boylan. Irene
Usabiaga tenía un papel secundario para terminar decimoctava.
Lavreysen celebrando su éxito. Foto: UCI Track |
Wild controló muy bien la
carrera en los sprints, pero no pudo
evitar que Manly y la hongkonesa Qianyu Yang ganasen vuelta y le privasen del
liderato, aunque más definitivo pudo ser un ataque de la irlandesa -que se
situaba primera provisional. y de la rusa Guinaz Badykova, que también se
saldaba con el ‘bonus’ dejando todo muy abierto para el último sprint, en el
que se imponía Wild para entrar en el podio, con Manly tercera, para recuperar
el liderato.
La
velocidad masculina significaba ese tan deseado momento de los Paises Bajos de
ratificar en la individual el dominio de los últimos años por equipos, y Harrie
Lavreysen y Jeffrey Hoogland se plantaban en la final en la que se imponía con
autoridad el primero de ellos, de apenas 21 años. El podio
lo completaba, ante el delirio de sus compatriotas, el polaco Mateusz Rudyk,
que daba cuenta en la final del ya ex campeón Mathew Glaetzer. El australiano
había ganado el primer enfrentamiento de la final B, pero fue descalificado, y
el polaco no le dio opción de formar el desempate.
Wai Sze, la reina del sprint. Foto: UCI Track |
Los
Mundiales terminaron con el keirin femenino donde Sarah Lee Wai Sze se confirmaba
como la reina de las esprinters, al hacer doblete en las dos pruebas cortas,
tras su triunfo el viernes en la velocidad. En esta ocasión su rival no fue
Stephanie Morton sino la también australiana Kaarle McCulloch, en una final en
la que las oceánicas no supieron hacer valer su doble presencia. Daria Shmeleva completaba el podio, con lo
que se anotaba su tercer metal en estos Mundiales -oro en 500 y plata en la
velocidad por equipos-, con la duda de saber qué hubiera pasado si no hubiese
sido justamente eliminada en la velocidad.
Helena
Casas fue la representante española, clasificada finalmente en el puesto
decimonoveno, tras ser quinta en su serie y tercera en la
repesca, con el nuevo sistema que introduce un enfrentamiento más y que no
aporta nada salvo cansancio.
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