Siempre he pensado que hacer pista en Asturias era una heroicidad y que
llegar a conseguir pistards capaces de brillar hasta en disciplinas tan técnicas
como la persecución o la velocidad por equipos –campeones de España cadetes
femeninos el pasado fin de semana, sin ir más lejos-, un auténtico éxito. “Tenemos el mismo mérito que otros
corredores –zanja el seleccionador asturiano, Santi Pérez-. Es cierto que
no tenemos una instalación cubierta y estamos muy condicionados por la
meteorología. Pero como les digo a los chavales, si es incómodo rodar con viento, imaginad lo bien que vais a ir cuando
estéis en un velódromo cubierto”.
Foto cedida por Jaime Vega |
El
velódromo de La Morgal es la instalación de referencia del ciclismo en pista
asturiano. Ubicado en un antiguo complejo aeroportuario, se ha
convertido en un lugar con numerosas instalaciones, destacando el complejo deportivo Fernando Alonso, pero
también esta instalación, de una cuerda de 333,33 metros, y de hormigón, que no
sólo tiene el problema de la lluvia, sino que además el viento se deja notar,
como nos comentaba Pérez.
Pero la gran ventaja en su ubicación, en Llanera, junto en el centro del
triángulo Oviedo-Gijón-Avilés, por lo que es fácilmente accesible para la mayor
parte de los ciclistas interesados. “En Asturias no hay tradición de pista,
solo la trabaja la Federación, pero pensamos que la pista aporta muchos beneficios, y hay que explicarlo mucho más.
Aquí la prioridad de los clubes es la carretera, pero entrenamos un día a la semana, los miércoles. Si vemos que ese día no
va a ser posible por la lluvia, lo intentamos cambiar, pero adaptándonos a los
intereses de ciclistas y equipos”, explica Pérez.
Un segundo recinto, el
velódromo Luis Balagué, en La Pixarra (Oviedo) ha quedado descartado para su
uso por parte de las bicicletas, ya que
la ‘competencia’ que había con el patinaje llevó a una solución salomónica,
dejando La Morgal para nuestro deporte y el recinto ovetense, para los
patinadores.
El resto de instalaciones
asturianas no pueden llamarse
propiamente velódromos al no tener apenas peralte, aunque pueden usarse para el
trabajo con la base. Como el histórico recinto de Las Mestas en Gijón –de
430 metros de cuerda y prácticamente llano-, el de Barcia, de asfalto, en el
concejo de Valdés, o el de Avilés, que el año pasado estuvo cerrado unos meses
para arreglar unas grietas que habían salido en su superficie.
Nos indican desde la Escuela Ciclista Ciudad de Oviedo (Club Ciclista Colloto) que en el velódromo Luis Balagué sí que ruedan las bicis además de los patines, en concreto tres días en semana. Como en otros casos, sin un trabajo específico de pista, pero si de formación. Gracias por al precisión.
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