Dos sextos puestos de Peralta y Calvo en la última jornada de Minsk

Juan Peralta. Foto: COE

Terminaron los Juegos Europeos de Minsk con sendas sextas plazas de Tania Calvo en los 500 metros, y de un valiente Juan Peralta en el keirin. En esta última jornada, destacar los triunfos de Lavreysen y Shmeleva en estas dos pruebas, así como de Voinova en la velocidad, de Roberts-Barker en la madison, de Sharakova en la persecución y de Van Schip en el ómnium.

Peralta siempre ha manifestado que en el keirin lo más difícil son las dos primeras rondas, pero que, si las superas, es fácil aspirar a todo. Y hoy ha sido el mejor ejemplo de su filosofía. Ni el navarro ni Pepe Moreno podían clasificarse en sus series, pero el hecho de que ambos se encontrasen en la misma repesca facilitaba las cosas para que uno de ellos llegara a semifinales… y fue Peralta el que se impuso.

A partir de ahí, una competición muy distinta. En una complicada semifinal en la que estaban los dos rapidísimo neerlandeses, el de Figarol jugó muy bien sus bazas para terminar segundo tras Lavreysen y ganarse una plaza en la final –que no tuvieron Hoogland, Kenny o Lafargue-. Y en la final, aunque salió a por todas, se vería afectado por una caída, que le relegaría a la sexta plaza, excelente por otro lado. El triunfo, para Lavreysen, su segundo oro de este evento, aparte de una plata, por delante del joven francés Helal y el veterano ruso Dmitriev.

Tania Calvo. Foto: COE

Como era de esperar, Calvo se metía en la final de los 500 metros, con el quinto mejor tiempo (34.426), mientras que Helena Casas (34.828) se quedaba a un punto y dos décimas de entrar. Shmeleva era muy superior en esa clasificatoria –siete décimas a la segunda-, aunque en la final solamente le sobraba un segundo para superar a Starikova (33.209 a 33.389), con la italiana Vece completando el podio. En cuanto a la española, un 34.506 que le suponía un puesto menos que por la mañana, al final sexta, aunque lo peor es que con dos milésimas menos habría mantenido ese quinto lugar.

Shmeleva ganaba una segunda presea, la de bronce en la consolación de la velocidad ante la neerlandesa Braspenninckx, en tres mangas, en una disciplina en la que Rusia se llevaba también el oro, con la recuperada Vonova, que batía en dos enfrentamientos a la joven francesa Gros.

Wild no podía lograr su tercer oro de los Juegos, aunque no se iba de vació en la madison donde, junto a su compañera Van der Hulst cosechaba la plata, con 40 puntos, frente a los 44 de las británicas Roberts y Barker, que hacían valer una vuelta ganada para llevarse el triunfo, con Rusia (Klimova-Novolodskaia) en el tercer cajón, también con el ‘bonus’ de una vuelta, pero sin poder contrarrestar la presencia de las neerlandesas en todos los sprints, especialmente en el último en el que con un ‘diez’ subieron hasta el segundo lugar del cajón.

Foto del omnium: Swiss Olimpic Team

En la persecución, la final entre Sharakova y Cavalli se quedó en Bielorrusia (3.32.045 a 3,37,489) mientras que el bronce era para la rusa Dronova, que superaba a la británica Knight.

Finalmente, en el ómnium, Van Schip lograba el triunfo que se le había escapado en la persecución y en la madison –plata en ambos-con una gran regularidad: tercero en scratch, que ganaba el polaco Staniszewski, segundo en la tempo, que era para el suizo Schir, y primero en la eliminación y en la puntuación, para sumar 178 puntos, por 144 del helvético y 126 del polaco. Volikakis, que aspiraba a su tercer oro tras puntos y scratch, solo pudo ser quinto, mientras que Zuazubiskar era decimoquinto, tras ocupar idéntico puesto en las dos primeras pruebas y undécimo en la eliminación.

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