El Palma Arena, en febrero de 2007. Foto: RM |
Para una gran
mayoría, Palma Arena es sinónimo de uno de los más graves casos de corrupción
política en nuestro país. Pero para los
aficionados al ciclismo en pista, su nombre es sinónimo de aquellos Mundiales
de 2007, jalonados con el histórico triunfo de Joan Llaneras… después de una carrera contrarreloj para
terminar el recinto a tiempo y que supuso que pocas semanas antes los
Campeonatos de España, la primera competición oficial en su interior, se disputasen con polvo de serrín y
cemento en el aire debido a que todavía encontramos operarios en el
interior trabajando a destajo.
Precisamente por ese mal recuerdo, a finales del año
pasado la Asamblea Balear del deporte decidía cambiar su nombre por el del
Velódrom Illes Balears, descartándose el nombre que habría sido de
justicia, el de Joan Llaneras: aunque sé que al de Porreres está idea le
horrorizaba, algún día habrá que
reconocerle sus méritos como mejor pistard español de todos los tiempos
bautizando el velódromo con ese nombre mucho más emotivo.
La madison del Mundial. Foto: RM para Fed. Española |
Melia y Escuredo, en el Nacional de 2004. Foto: RM para Fed. Española |
Son Moix, un lujo en cualquier otro lugar
No debemos olvidar
que Palma de Mallorca tiene un segundo
velódromo, el de Son Moix –muy cerca, al otro lado de la Vía de Cintura-,
descubierto y de hormigón, construido en 1987, que albergó varios Nacionales,
el último en 2004, pero recientemente remodelado y que sería un lujo en la mayor parte de la geografía española, mientras
que en Baleares se trata de un recinto al que se le está buscando actividad
ciclista para sostenerlo… aunque en este caso la pista corta de atletismo
puede ser un problema de competencias.
Con este panorama, no
es de extrañar que el estado de abandono y venta de los velódromos de Campos y Algaida no suponga un mayor problema
para el ciclismo balear. Por si fuera poco, también está Sa Voltadora de Sineu, una pista sin apenas peralte,
idónea para rodar con bicicletas de carretera y que tiene bastante actividad,
sobre todo con las veladas nocturnas en verano.
No olvidemos que Baleares no es solo Mallorca. Y mientras
que de vez en cuando se escuchan, se leen, ideas –no pasan de eso- para
construir un velódromo en Menorca, más que nada por el tirón de la figura de
Albert Torres, en Ibiza existe un recinto, el
de Can Coix, en Sant Antoni, que incluso ha sido escenario de un par de
ediciones de la Copa de España de Pista, en 2002 –entonces llamada Liga de
Ciclismo en Pista- y en 2011, aunque en esta ocasión, la lejanía supuso una
participación bastante escasa.
Fue precisamente ese
año cuando se arreglaron algunos problemas –principalmente la barandilla- y se
pintó su pista de una cuerda de 285,7 metros –es decir, como Anoeta- y que actualmente sirve principalmente para la
actividad habitual de los dos clubes de la localidad y ocasional de algún
otro de esta isla.
Ahora mismo en Mallorca hay varias pistas descubiertas en uso: Son Moix (Palma, 1987), Sineu (1952 y reinaugurado en 1972), Ses Salines (2002) y Torre dels Enagistes (Manacor, 2005), además del cubierto Palma Arena (2007, cuesta mucho acostumbrarse al nuevo nombre).
ResponderEliminarEn desuso están el histórico Tirador (1903), Campos (1935) y Algaida (1975). Tirador es el más preciado y se va a recuperar; Campos peligra (es un solar muy apetecible), a pesar de ser el segundo más antiguo de España; y Algaida está a la s afueras, así que no peligra... de momento.
Quedan, asimismo, restos de Ca n'Andria (Santa María, 1936) y Son Taiet (Artà), prácticamente perdidos.
La pista mallorquina goza de buena salud a nivel local, aunque lejos del esplendor de alcance mundial de los años 50 y 60.