Si algún día se rodase una segunda parte de ‘Atrapado en el tiempo’,
el genial Bill Murray no tendrá que recurrir al Día de la Marmota ni ambientar
su historia en febrero en Punxsutawney. Bastaría
con que se acercarse un mes de septiembre a los Campeonatos de España élite
–sea Palma, sea Valencia, o como en el futuro en primavera, en Galapagar o
Tafalla- y cualquier evento, desde hace casi una década, sería una desesperante
reedición del año anterior, que un buen puñado de locos y valientes aún
seguimos soportando con interés fuera o dentro de la pista.
Pero no todos los días de Phil Connors eran ni mucho menos iguales, y
algunos, francamente desesperantes, siendo la
razón la actitud egoísta del protagonista. Y en este caso todos sabemos
quién es, con su desidia, quien está provocando este día sin futuro.
Hay varios hechos
característicos de este Nacional. Ni la
sede ni la fecha de estos Campeonatos, ni mucho menos el programa, fueron
anunciados oficialmente hasta que se desveló desde TrackPiste –y sin hacer
ningún arduo trabajo de investigación, solo consultando la parte ‘administrativa’
de la web de la Española-. Faltaba apenas un mes para el evento, aunque era un secreto a voces
en el mundillo ciclista, que se ha
acostumbrado al ‘boca a boca’ para suplir la carencia de informaciones
oficiales, y que no es culpa ni mucho menos de la Comisión de pista que gracias a Norbey Andrade pone un poco de sensatez y claridad con su notable trabajo.
Puede parecer más anecdótico
un segundo detalle, pero no lo es, y es que
a poco más de una semana aún no se había publicitado el cartel oficial… y el
mismo día aparecen dos. No es momento de juzgar calidades y cualidades, sino
de responder que esa duplicación es una clara muestra de descoordinación y de
lo poco que se ha preparado este evento en relación a los Campeonatos de otras
disciplinas.
Y para compensar los dos
carteles, ninguna imagen. Ni el
Campeonato se retransmitió por ‘streaming’, a diferencia de lo sucedido en 2017
y 2018, ni se ofrecerá un resumen en Teledeporte de lo acontecido en
Valencia, algo que han tenido casi todos los Nacionales (carretera, ciclocross,
cross country descenso, BMX, ciclismo adaptado –carretera, no pista-, maratón y
hasta ultramaratón y ultrafondo). Por mucho que una autoproclamada alta autoridad
federativa dijera en Valencia que un vídeo de pista es complicado de hacer –lo
que no demuestra otra cosa que su ignorancia- lo cierto es que la única
razón de quedarnos sin imágenes es de carácter extra deportivo. ¿O debemos comenzar a pensar que no es
desidia, sino que hay ‘algo’ contra la pista?
Ekain Jiménez, una grata progresión. Foto: RM |
Por lo demás, desde el punto de visto de vista de los
protagonistas hay dos grupos diferenciados. Por un lado, esa minoría de corredores de la élite, de los que forman parte de la selección casi permanentemente.
En este sentido, los Nacionales no dejan
de ser un test de cara a su primer gran objetivo, dentro de un mes en el
Europeo de Apeldoorn y da lo mismo que gane Tania que Helena, Juan que Pepe
o Irene que Ana, y los cinco triunfos de Albert Torres deben ser entendidos
simplemente en el contexto de que el
estado de forma del menorquín es mejor de que algunos se podrían temer tras su exilio forzado’ de las carreteras.
Por otro, el resto de
corredores que año tras año se dan cita principalmente por hobby, dada las
escasísimas opciones de promoción. A todos ellos, con los
siempre sacrificados y a menudo poco reconocidos técnicos autonómicos, mi más
sincero agradecimiento por ser actores secundarios, pero más necesarios incluso
que los principales, en
este ‘Atrapado en el tiempo 2’.
Baleares, un año más la mejor selección de los Nacionales. Foto: RM |
Por el contrario, la
tradicional falta de velocistas es cada vez más acusada… aunque en 2019 hemos
visto que algunos de ellos han tenido
que completar –por la baja de última hora de fondistas- las cuartetas de dos
selecciones tan potentes como Baleares o Euskadi. Un detalle que también
nos debería llevar a reflexión, junto con la ausencia de algunas federaciones
que comenzaban a sobresalir que este año no estuvieron en el Nacional, como Asturias, Aragón o
Extremadura.
¿Soluciones? Desde luego no se trata de
utilizar a mansalva términos como brillante, extraordinario, excitante,
emoción, increíble o excepcional para describir unos Campeonatos que distaron
mucho de serlo. Simplemente, como le
pasaba al hombre del tiempo interpretado por Murray, cambiar la hipocresía y la
prepotencia por sinceridad y honradez, la mercadotecnica por el deporte.
Una pena, sí señor. La pista no deja de ser un "acontecimiento" que reúne grandes ingredientes para triunfar: intensidad, a salvo de las inclemencias metereológicas, igualdad de participación entre hombres y mujeres, espectacularidad, familiaridad, entrega.... y hasta ahí hay que dejar de contar porque de todo esto se explota nada.
ResponderEliminarLa repercusión mediática escasísima y la presencia y seguimiento en medios nula, incluso en los especializados en ciclismo salvo este portal.
Una pena teniendo en cuenta la tradición en España de este deporte, que siempre nos ha situado en lugares altos de las clasificaciones, y más pena todavía si uno se para a pensar en los beneficios que aporta la pista a la preparación de la mayoría de los ciclistas de ruta y también al revés.
Se detecta escaso interés por parte de las autoridades deportivas, y escaso interés por parte de las mismas organizaciones deportivas que luego llaman a la puerta de empresas en busca de apoyos y mecenazgos. No puedo creer que España sea la excepción y que corredores que despuntan en la pista no tengan cabida en escuadras Continentales, Continentales Pro o de la máxima categoría.
No puedo creer, y más en este último campeonato celebrado en Valencia, que una ciudad que pretende ser referente en movilidad alternativa al tradicional coche, no tenga la imaginación de "medio" llenar un velódromo como el Lluís Puig con colegios, por ejemplo.
En fin, una pena que teniendo tanto la pista, se esté quedando en tan poco.
Perdón por tanto rollo..
Una pequeña matización, y es que todo triunfo, todo resultado tiene también su componente 'sentimental'. Por ejemplo, para Juan Peralta batir el record del velódromo fue algo importante; para Pepe Moreno, lograr los tres triunfos es algo importante porque nunca lo había logrado y supondrá una buena dosis de moral para el Europeo. Pero por ejemplo, los cinco triunfos de Torres no son, ni por asomo, comparables a los logrados hace dos años, primero por tener como rival entonces a Mora y segundo, por el homenaje que quiso rendir entonces a Xavier Bonnin. Es decir, me ratifico en lo que expongo en el último párrafo y usar los epítetos superlativos solamente cuando las circunstancias lo exigen, no por sistema
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