Aunque todavía algunos idealistas pensemos que se pueda revertir la situación,
y que la inconcebible reforma de la UCI de hacer coincidir la temporada de pista con la de carretera no llegue a buen puerto, primando la lógica de la situación actual que sí permite una
compatibilidad que es mucho mejor para todos, en apenas veinte días el máximo organismo internacional oficializará esa
decisión que ya dan por segura y sobre la que no se va a admitir ningún tipo de marcha atrás.
Foto © Ashgabat 2017 |
Y la prueba más palpable es
que en el cuadro oficial de Campeonatos 2019-2024
ya figuran las fechas de octubre para el Mundial de 2021 –el primero con el
nuevo calendario-, en concreto del 13 al 17, unas fechas en la que, según nos decían,
“los equipos de carretera son a menudo reticentes a la idea de liberar a
sus corredores en el mes de marzo para participar en los Mundiales de pista. Por el
contrario, habrá menos problemas para un evento que se desarrolle dos semanas
después de los Mundiales de carretera”. Por cierto, la sede de dicho Mundial es Ashgabat, la
capital de Turkmenistán, país conocido por sus excentricidades -por no usar
otro sustantivo-, lo que habla bien a las claras de la política de la
UCI.
Además, la UCI tiene prisa por consolidar el ‘status quo’ actual, por lo
que, aparte de tener ya en el bote ese SuperMundial de Glasgow 2023, este mes de septiembre adjudicará el de
2022, presumiblemente también en octubre, y el de 2024, sobre el que cabe todo tipo
de elucubraciones viendo el sinsentido de las decisiones UCI sobre la pista, ya que lo lógico sería que fuese antes de los JJOO
de París, que empiezan el 26 de julio.
Foto Europeo Glasgow 2018 |
Pero hay más: el pasado 21 de junio, el presidente de la
UCI mandaba una carta a Confederaciones, Federaciones y a un indeterminado
colectivo denominado organizadores con el fin de consolidar esta política abriendo un plazo de candidaturas para los Mundiales de
distintas especialidades que pueden llegar hasta 2027 en el caso de la
carretera o el ciclocross, y que venden como “una bella aventura y un formidable desafío”, sin aludir a elevadísimos
costes que hacen inviable muchos proyectos incluso tan exitosos a nivel de espectadores como el
de Bergen 2017.
En
el caso de la pista, se trata de las candidaturas para 2025 y 2026,
aunque también para los juniors de 2023 y 2024, categoría para la que conocemos
ya los de 2020 (El Cairo) y 2021 (Tel Aviv), mientras que en ese plazo de tres
semanas escasas sabremos donde serán los de 2022.
No he visto la carta publicada en la página de la
Federación Española -por cierto publicada en español, pese a no ser lengua oficial UCI, otro curioso detalle-, pero sí en la de la Italiana: por ello aquí tenéis el enlace, por si algún 'osado' se anima, aunque hasta el 15 de septiembre
apenas le quedan diez días según el plazo fijado por el máximo organismo internacional.
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