Velódromo de Cochabamba. Ministerio de Deportes de Bolivia |
De todo el mundo eran
conocidas las bondades de la pista de
Aguascalientes, aunque no ha sido hasta ese record de la hora de Victor
Campenaerts cuando ha tenido el máximo reconocimiento mundial. Y mucha gente sabía que aún había otro velódromo aún más alto, pero no ha sido hasta el reciente Panamericano –con tres plusmarcas
mundiales superadas- cuando se ha conocido el potencial de los más de 2.500 metros de
altitud de Cochabamba. Aparte de la altitud, tienen en común que han sido construidos por Peter Junek, uno de los
mejores constructores del mundo, al que Pez Cycling News le realiza una interesante
entrevista, que se puede leer completa en este enlace, pero en TrackPiste os apuntamos algunos
interesantes fragmentos.
Unas reglas de oro que sólo conocen Schuermann y él
De esta forma, el
constructor canadiense de origen checo ironiza diciendo que “sería aburrido” que todos los velódromos
tuviesen la misma forma. “Los diseñadores hacen diferentes pistas, para
bien o para mal”, aunque sí señala que hay unas reglas de oro, “que nadie las conoce excepto Ralph Schuermann y
yo. Me tomó miles de horas pensarlo, miles de vueltas en velódromos y
riesgos financieros sustanciales y sacrificio para resolverlo y estar en
este negocio. Pero todo está a la venta a un precio”.
De la misma forma
reconoce que Aguascalientes y de Cochabamba son rápidos por la altitud, “pero
también por la superficie rápida y por la geometría adecuada. 9,1 segundos –la plusmarca de Nicholas Paul
en 200- supone 79 kilómetros por hora y esta velocidad solo es posible en
pistas con muy buenas transiciones y geometría de giro”.
Sangalhos, Anadia. Foto: Federación Portuguesa |
En Taiwan. Foto: Junek / Pez Cycling |
Nunca ha construido una pista de cemento, pero apuesta por velódromos de tiras de aluminio
Reconoce que nunca ha construido una pista de cemento.
“Son dinosaurios, por muchas razones” y porque para exteriores “tengo una nueva invención, una superficie
de velódromo de tiras de aluminio extruido antideslizante, sobre estructura de
acero galvanizado. Más barato, portátil, construcción a prueba de
tontos, vendible, reciclable”, señala.
Sobre sus
construcciones tradicionales utiliza “chapa
de madera laminada –que son varias capas de madera ensamblada con
adhesivos-. Todas las piezas son absolutamente uniformes en cuanto a resistencia
y contenido de humedad”, y que prefiere “supervisar
personalmente a un equipo local de carpinteros. Es un trabajo duro enseñarles, trabajando
con ellos de 8 a 12 horas por día. Pero es preferible para mí lidiar
con la logística y, a veces, con regulaciones locales difíciles para los
trabajadores foráneos”.
Finalmente señala que
está trabajando en un velódromo en Japón para keirin, ya que el JKI pretende llevar las pruebas de
keirin y sus apuestas a este tipo de recintos, en vez de las amplias pistas
descubiertas en donde se desarrolla actualmente; así como en San Juan
(Argentina), en Asker (Noruega) y en Taiwán. “Y estoy buscando un cliente para una pista de aluminio al aire libre
en cualquier lugar”. ¿Alguien se anima por España?
¡Qué grande el amigo Junek! En el negocio fino de la construcción de velódromos estamos Schuermann y yo... :-)
ResponderEliminarComo buen negociante, explica la parte que le interesa. Lo de la altura y las geometrías es bien conocido, pero no comenta nada de la importantísima flexibilidad vertical de la pista, que es lo que más influye en la resistencia a la rodadura. Bueno, en realidad algo dice cuando califica de dinosaurios a las pistas de cemento.
Y lo de la pista de aluminio parece interesante, siempre y cuando tenga bien resuelto el tema del aislamiento eléctrico con el acero de la estructura, cosa que al aire libre, con la lluvia, no es moco de pavo.
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