Relevo de los españoles. Foto: Fed. Española |
La madison fue atípica porque, salvo Alemania, ninguna selección ganó vuelta. Es más, ningún otro ataque cobró una distancia suficiente para ser considerado como tal, quizá porque la velocidad no era la más alta para endurecer y romper la prueba. Los germanos Theo Reinhardt y Maximilian Beyer lo lograban cuando se llevaba un tercio de carrera y fue un movimiento extraño, porque Torres no quiso cerrar el hueco, tampoco ninguna otra selección… y al final ‘bonus’ para los alemanes. Una situación que, ni por asomo, se repetiría en el resto de la prueba.
De esta forma se distanciaban en una clasificación en la que había bastante igualdad entre selecciones a la hora de puntuar. Solo fue a partir de mitad de carrera cuando se fue separando el grano de la paja. Lasse Norman Hansen y Michael Morkov fueron los que mejor balance tuvieron, ya que puntuaron en todos a partir del décimo, superando a Alemania cuando faltaba un tercio de prueba y llevándose la victoria sin apelación (52 puntos).
Las dos duplas danesas |
Las féminas también se llevan la madison
La prueba femenina suponía
el doblete danés. A diferencia de lo sucedido el año pasado que Dinamarca se
aprovechaba del marcaje de las favoritas para llevarse el triunfo, en esta ocasión Amalie Didericksen y Julie
Leth tuvieron desde el principio bastante protagonismo, tomando la
responsabilidad en una madison en el que ninguna pareja conseguiría vuelta. Los 33 a 31 de las danesas sobre Gran
Bretaña son engañosos puesto que Katie Archibald y Laura Kenny, pese a la
plata, estuvieron perdidas en algunos momentos, tras un fulgurante inicio,
lo que puede hacer pensar en que sus dos mejores individualidades tal vez no
sean la mejor dupla. Peor le fue a las locales que, aunque estuvieron en todo
momento en la lucha por las medallas, también se vio que le faltaba un puntito a
Kirsten Wild para poder aspirar al oro junto a Amy Peters, teniéndose que
conformar con el bronce (23 puntos).
Arrancada de Calvo. Foto: Fed. Española |
En cuanto a los velocistas se despedían con la
contrarreloj, con cuatro españoles en liza de los que solo Tania Calvo
conseguía entrar en la final vespertina, donde terminaba octava, con lo que
prorrogaba su presencia en finales de los 500 metros en el Europeo, donde nunca
ha faltado.
La
alavesa marcaba inicialmente el octavo tiempo (34.591)
aunque no lograría por la tarde mejorar el puesto de la clasificatoria, ni
apenas la marca (34.581). La prueba se presentaba como un duelo de la final de
velocidad, con Anastassia Voinova y Olena Starikova, que por la mañana terminaban
separadas por una sola décima (33.611 a 33.706). La rusa no solamente no le daría opción (33.005), sumando su tercer oro
de estos Campeonatos, sino que entre medias se colaba la otra representante,
Daria Shmeleva (33.057), con la ucraniana completando el podio. Helena
Casas, por su parte, quedaba en el puesto undécimo (34.995).
Podio del kilómetro. Foto: Beat Cycling |
En la prueba masculina, ni Pepe Moreno (13º, 1:02.126) ni el
debutante Ekain Jiménez (19º, 1:03.400) conseguían ni pasar el corte ni mejorar
sus marcas personales. Ninguno de los ocho finalistas conseguiría por la
mañana bajar del minuto, con el campeón del mundo Quentin Lafargue como el más
rápido (1:00.045), ni tampoco por la tarde, donde los tiempos fueron levemente
superiores para casi todo el mundo, aunque
al galo nadie le amenazó: 1.00.289 frente a los 1:00.409 de Theo Bos. Su
compatriota Eric D’Almeida fue la única excepción en mejora de tiempos, lo que
le valdría para subir al podio (1:00.663)
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