The Advertiser Sport ha revelado hace pocas horas que el doble campeón del
mundo australiano Matthew Glaetzer padece cáncer de tiroides y que el pasado lunes se sometió a una operación, una tiroidectomía, y
comenzará un tratamiento de seis semanas con tabletas de yodo radioactivo, aunque
confía en poder volver a los
entrenamientos en pocos días y poder estar no sólo en los Juegos Olímpicos de Tokio,
el próximo mes de agosto, sino en las pruebas de la Copa del Mundo de Hong
Kong, Cambridge y Brisbane que se celebran el próximo mes de diciembre. "Debería
poder volver a subirme a mi bicicleta relativamente pronto, porque solo tocaron mi garganta, mis piernas están
bien y solo necesito manejar este proceso de recuperación",
manifestaba el velocista en una amplia entrevista al medio de Adelaida.
Glaetzer, de 27 años, recibió el
diagnosticado el pasado 25 de octubre tras someterse
a unas pruebas por un problema en el giro de su cuello. Y aunque no se apreció
ninguna lesión, sí aparecieron un par de nódulos en su glándula tiroides,
que podrían ser benignos, aunque tras la biopsia se comprobó que era canceroso
por lo que se le sometió a la operación e iniciará el tratamiento.
El velocista australiano manifestó que
"es el comienzo del próximo capítulo en mi vida porque nunca volveré a ser el mismo después de
esto, así que para mantener la calma y saber que hay algunas personas
médicas realmente buenas que me cuidan. Afortunadamente es muy tratable y tiene un gran pronóstico y dado que lo atrapamos
relativamente temprano fue una bendición".
En cuanto a una posible relación entre
el cáncer y el desastre nuclear de Fukushima en 2011 ya que pasó ocho meses en
los últimos dos años viviendo y compitiendo en el keirin de Japón, comenta que lo más cerca que estuvo de Fukushima fue de
150 kilómetros y que las pruebas de ciclismo en pista se desarrollarán en Izu,
a más de 400 km de distancia. Eso sí, reconoció que había antecedentes de
problemas menores de tiroides en su familia.
Desde TrackPiste, ¡mucho ánimo!
Esta medalla la tienes que ganar, Matt, y la vas a ganar.
ResponderEliminarOjalá que tu actitud vital se pudiera contagiar igual que un virus informático.
Ah, y que Tokio no te queda demasiado lejos de casa, así que la mitad del camino está hecha.