La desaparición
de la persecución individual del programa de los Juegos Olímpicos, en 2012 fue
un ‘palo’ en todos los sentidos. Para entendernos, es como si hubiesen
suprimido el 1.500 del atletismo. Pero el Olimpismo es como un cubo de Rubik,
que el movimiento deseado de unas piezas –dar entrada al BMX- conllevó la
descolocación de otras –el kilómetro y la persecución-... aunque los efectos colaterales durante cuatro años sean graves.
Lambie, con el maillot del negocio familiar antes de ser conocido. Foto www.teamlambie.com |
Todo comenzó a cambiar cuando Ashton Lambie, un desconocido estadounidense de Nebraska, más identificable por su poblado mostacho que por sus prestaciones en pista –solía competir en
carreras sobre hierba o gravel- marcaba un récord inesperado, amparado en la
altitud de Aguascalientes (México), en el transcurso del Panamericano de 2018.
Pistards como el alemán Domenic Weinstein, el italiano Filippo Ganna o el
británico Charlie Tanfield (4:12.263 en la Copa del Mundo de Minsk 2018,
segunda mejor marca de la historia a nivel del mar) habían comenzado a
acercarse a la ya viaja marca del australiano, pero ninguno con la épica –y la
estética, que siempre es lo que más ‘vende’- de este norteamericano que se fue a 4:07.251. Su estilo, arrancado a
muerte y yendo ‘a petar’, hubiera sido un suicidio a nivel del mar, pero
resultaba perfecto con esa menor densidad del aire.
Mucho más que el hermano de Katie
Archibald, el año pasado en la Copa del Mundo de Milton. Foto: HUUB Wattbike |
Los dos confluirían en ese proyecto tan
maravilloso como incomprendido por la UCI que es el HUUB-Wattbike, el popular
equipo de ‘Derbados’, aunque volverían a
ser rivales en un Mundial de Pruszkow que, por primera vez en muchos años,
presentaba la persecución masculina como una de las pruebas con más alicientes.
Desgraciadamente para ellos, ni estadounidense ni británico fueron
protagonistas el pasado 1 de marzo, terminando quinto y séptimo,
respectivamente.
Quien se
llevó el gato al agua fue el italiano Filippo Ganna, que no era un desconocido
ni mucho menos –campeón del mundo en 2016 y 2018, subcampeón en 2017-, pero
más conocido en esos momentos por haber ingresado en las filas del todopoderoso
Sky/INEOS. Más que la victoria, lo más
destacado del de Verbania fue establecer las dos mejores marcas a nivel del
mar: 4:07.456, en la clasificatoria, y 4:07.992, en la final.
Por cierto, por un
error de cronometraje su tiempo matinal fue anunciado, incluso en redes
sociales, como un 4:05 que entonces nos pareció imposible, pero que
resultaría premonitorio.
La persecución
volvía a estar en boca de todos. Por si fuera poco, en categoría junior comenzaban
a descollar persecucionistas como el británico Ethan Vernon y el ruso Lev Gonov, que en el Mundial 2018 habían batido sucesivamente el record del mundo
del suizo Stefan Bisseger (3:12.416), con registros de 3:12.226 y 3:11.143,
aunque más llamativo era el 3:08.815 del neozelandés Finn
Fisher-Black, que no sería homologado por no haber control antidopaje en dicha
prueba, aunque lo batiría posteriormente, dejándolo en 3:09.710.
Fisher-Black. Foto: Team Jumbo |
El bigote más rápido del mundo
Tan solo había
que esperar al momento propicio para ver
el record caer. Y ese no era otro que el Campeonato Panamericano de 2019, celebrado
el pasado mes de septiembre. Si
los Continentales anteriores se habían disputado en los 1.800 metros de altitud
del velódromo hidrocálido, los de esta temporada se desarrollaban a 2.550
metros, en la que será la pista talismán en poco tiempo, la de Cochabamba, aunque no sólo por su altitud sino por su magnífica construcción.
Lambie volvía a golpear. Y por partida doble. Con su particular estilo, como bien analizaba el ex seleccionador Didac Navarro,
el ‘bigote más rápido del mundo’ bajaba su plusmarca a 4:06.407, en la clasificatoria y a 4:05.423, en la final, es decir, un segundo menos que el
primer registro.
Ganna, volando a 59 por hora. Foto: Twitter UCI Track
|
De la premonición a una feliz realidad
Pero esos planes
se han visto trastocados, aunque quizá sea más oportuno decir alentados, por lo sucedido el domingo en Minsk. Por mucho que fuese la única vez en la
temporada que tenían una persecución en una manga de la Copa del Mundo, no
parecía el mejor escenario para vivir un record del mundo. En el caso de
Ganna, podíamos pensar que estaba más pensando en un descanso tras su temporada
de carretera que en la propia persecución, y más tras haberse ‘saltado’ esta disciplina en el Europeo, dos semanas antes.
Tres hombres y un destino. Foto: Facebook UCI Track |
La nueva
plusmarca estuvo todo el domingo en boca de todos, especialmente en las redes
sociales que se rindieron a Filippo Ganna. De todas formas, me quedo con el
comentario de Marc Cavendish en Twitter, el primero que lanzaba lo que puede ser otro
reto: que INEOS aproveche todo su potencial económico y tecnológico para
afrontar esa barrera, cada vez más cercana de los 4 minutos, de los 60
kilómetros por hora... si no se lanza a por los 60 minutos, a batir el record de Victor Campenaerts, algo a lo que parece decidido, aunque reconoce que aún le falta fondo.
Sean ellos, o
sean los hombres de Derbados, el desafío está servido. Y el prestigio de la
persecución, plenamente recuperado. El carácter olímpico, bastante más complicado, desgraciadamente.
¡Qué magnífico reportaje, Luis! Reconozco que soy un incondicional de la persecución individual, verdaderamente no entiendo por qué se ha decidido dejarla de lado al máximo nivel, porque si se quiere no es menos espectacular que ninguna otra prueba. Creo que su propio inmovilismo reglamentario ha sido su principal hándicap. Y lo más sangrante de todo es que se trata de la prueba más equiparable a la carretera, la contrarreloj, por supuesto, que curiosamente está desapareciendo también de las pruebas de ruta.
ResponderEliminarSi lo que se busca es emoción televisiva, soluciones hay, aquí por ejemplo una propuesta bastante radical:
-1ª clasificatoria por tiempos como de costumbre
-eliminaciones directas (doblaje obligatorio) 1º-2ª, 3º-4º, etc hasta semifinales
-semifinales según tiempos clasificatoria 1º-4º y 2º-3ª, doblaje ó por tiempos
-finales A y B, doblaje ó por tiempos
Supongo que estos emparejamientos iniciales 1-2, 3-4 etc. pueden dar lugar a especulación, pero entonces te la juegas a que te doblen ó bien que tengas una semi que te deje KO.
Seguro que hay cientos de ideas mejores, el caso es querer experimentar. ¿Te atreves, RFEC?
En las pruebas de 6 Días, yo quitaría esas vueltas cronometradas por parejas de una en una por una persecución entre 2 parejas. Los relevos de a 2 son rapidísimos y súperespectaculares.
Y ya para acabar, una pregunta al aire: ¿por qué se ve tanto slow motion en retransmisiones de MotoGP y F1 y tan poco en las de ciclismo? ;-)
La idea que propones es demasiado radical para una competición oficial y conllevaría muchísimo tiempo, tanto del torneo en sí, como de cada enfrentamiento, originando lo que es el gran problema de la TV: no saber cuánto va a durar un evento. Pero no estaría mal organizar algo así como una prueba 'festivalera' al estilo de los Seis Días y preferiblemente en un velódromo de 200 para que el doblaje fuese más espectaculas. Respecto al slow motion, no me lo había planteado, pero tienes razón. Lo tendré en cuenta para cuando escriba algo sobre televisión, que también lo tengo en el armario (que está demasiado lleno, jaja). Gracia sy un saludo
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