Ya terminamos hace un par de semanas la serie sobre velódromos españoles. Pero no quería cerrarla sin hablar de otro recinto que, aunque no está en tierras españolas, sí tiene un uso habitual por nuestros pistards, desde los vecinos gallegos hasta la propia selección de ciclismo adaptado. Además, el Velódromo Nacional portugués ha sabido aunar todo lo que se quiso hace algunos años para Palma de Mallorca, pero que quedó en agua de borrajas por la estrechez de miras de algunos. Y nadie mejor que Helena Dias, una de las mejores periodistas portuguesas, para presentarnos este epílogo, con todo nuestro agradecimiento.
Magistral es la palabra que mejor define el Velódromo Nacional. Arraigado en Sangalhos,
en el municipio de Anadia, el proyecto total del Centro de Alto Rendimiento,
incluido el velódromo, fue firmado por el arquitecto Rui Rosmaninho, siguiendo
las instrucciones de Peter Junek, con una inversión
de alrededor de 12 millones de euros.
El sueño de ver construido
un lugar, donde la magia del ciclismo en pista tenía un escenario de elección
en Portugal, se hizo realidad precisamente hace 10 años, con la inauguración a realizarse en septiembre de
2009. Desde entonces, se han forjado en el Velódromo Nacional las actuales
estrellas portuguesas de la pista: los gemelos Ivo y Rui Oliveira (UAE Team
Emirates), Maria Martins (Sopela), João Matias (Vito-Feirense-Pnb), Miguel do
Rego (CM Aubervilliers), César Martingil (Sporting-Tavira) e Iuri Leitão
(Sicasal-Constantinos), quién empieza a surgir recientemente.
En términos técnicos, el Centro de Alto Rendimiento cuenta con un
centro de entrenamiento con 16 habitaciones dobles, un espacio con
equipamiento para la preparación y recuperación de atletas de diversas modalidades
y la estrella de este proyecto: el velódromo, que cuenta con un área de usos
múltiples de 1.100 m2 y una pista cubierta de 250 metros de largo y
7,1 de ancho, con una inclinación máxima de 40.91º y mínima de 12.20º.
A nivel europeo, la pista
de ciclismo se distingue por paneles laminados en paralelo, llamados de LVL,
Laminated Venner Lumber, es decir, tablones de madera importados de Finlandia, altamente
resistentes, de larga durabilidad, que hacen que el piso sea sólido y, con el paso de los años, más rápido debido
al secado de la madera. Como curiosidad, en el proyecto hay una referencia
a la forma en cómo se construyó, habiendo sido utilizado medio millón de
clavos, clavados a mano uno por uno, para unirse a los tablones de LVL. El
sistema de aire acondicionado, que es muy importante para obtener las mejores
condiciones para la práctica del ciclismo en pista, tiene una capacidad de
tratamiento de 150.000 m3 por hora, siendo uno de los más grandes del país para garantizar la calidad del
aire y la comodidad en la nave.
En el centro de la pista
hay un piso rebajado, de 44 metros por 25, que sirve de gimnasio deportivo,
donde se practican otros deportes, además del ciclismo: esgrima, judo,
gimnasia, trampolines y deportes acrobáticos. Durante los eventos de pista, es
en este piso rebajado donde se instalan las boxes, donde los pistards se
concentran en preparación para la próxima carrera, accediendo a la pista a
través de dos rampas colocadas en las laterales. Todo el piso está protegido con 40 toneladas de vidrio triple anti-reflejo
extra claro, lo que garantiza la máxima seguridad para los pistards y
también permite las mejores condiciones para la fotografía y el video.
En cuanto al edificio en
sí, toma la forma de una elipse de 30 metros de altura, 118 de largo y 82 de
ancho, con capacidad para 2.000
espectadores de ciclismo, siendo también posible la colocación bancos
extraíbles en el piso inferior para otras modalidades. El revestimiento
exterior del edificio se compone de 6.500 m2 de lámina de zinc,
extremadamente duradera y sin necesidad de mucha manutención.
Es en este mágico velódromo
donde se celebran la Copa de Portugal, el Campeonato Nacional, diversas
competiciones internacionales, cinco ediciones del Campeonato de Europa de
Pista junior y sub23 –y la sexta en 2020- y también un lugar de referencia para
concentraciones de muchas selecciones internacionales de pista. Además, desde
julio de 2019, el Centro de Alto Rendimiento de Anadia ganó el estatuto de Centro Continental de Ciclismo,
conocido como centro satélite CMC de la Unión Ciclista Internacional.
Fotos: Federaçao Portuguesa
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