El novedoso y sorprendente relevo de la cuarteta australiana femenina

Uno de los detalles que más me ha sorprendido en la recién terminada Copa del Mundo de Cambridge (Nueva Zelanda) fue el tipo de relevo que se marcaba la cuarteta femenina australiana –la masculina no lo hizo- en la final de persecución. Con esos planos cerrados que se suelen ofrecer en las retransmisiones televisivas, parecía que una de las ‘aussie’ se quedaba descolgada en la recta. Pero no, en una nueva imagen volvíamos a ver a las cuatro integrantes del equipo… y volver a dar un relevo al inicio de la recta y no en el peralte, como suele ser habitual.

Como vale más una imagen que mil palabras, he aquí la forma en que lo hacían:


La ex ciclista Leire Olaberria recuerda que “en Cambridge las rectas se hacen cortas, ya que los peraltes son largos y su salida no es especialmente rápida. No sé si es algo que han hecho solo aquí o que están entrenando en otros velódromos”.

Por su parte, el ex seleccionador nacional y preparador Didac Navarro reconoce que “últimamente tengo la prueba un poco abandonada, y tampoco tengo datos concretos, pero me da la impresión de que es menos eficiente, por el tiempo de relevo y por los vatios para reenganchar al terminar el relevo”.

En el último Mundial, donde lograron el oro. Foto: UCI
Más específico es Dan Bigham, el alma mater del Huub Wattbike, un equipo que también ha ofrecido bastantes soluciones poco convencionales en esto de la persecución por equipos, aunque no ve nada claro este tipo de relevos. “Personalmente creo que no tiene sentido desde una perspectiva de rendimiento máximo. Hay que hacer el relevo lo más rápido posible para reducir el tiempo fuera del grupo. Por ello en las curvas existe la ventaja de que el ciclista que releva puede ir más alto y guardar más energía potencial. En una recta, almacena menos energía y pasa más tiempo fuera del grupo, haciendo un gasto mayor”. No obstante, el técnico y corredor británico nos comenta que “el relevo es más fácil de realizar porque puedes ver a todo el equipo durante el mismo”.

Jaume Mas, también ex seleccionador nacional, señala un punto de vista diferente, ya que “con los desarrollos que mueven ahora las mujeres, que en algún caso son casi iguales que los de los hombres y que deben mover con más fuerza y menos cadencia, no parece mala la iniciativa, sobre todo en el último esfuerzo que tienes que hacer para subir al peralte cuando dejas la cabeza”. 

Sea como fuere, veremos la próxima semana en Brisbane si las féminas australianas lo vuelven a repetir… o incluso se aplica a los hombres. Y es que no olvidemos que los 4:12.460 marcados por la cuarteta les suponían batir su record nacional, aunque la marca anterior databa del Mundial de 2015.

1 comentario:

  1. Las cartas de verdad se mostrarán en Tokio, ¿para qué subir a la balaustrada si dejándote caer junto al equipo sigues dando y recibiendo cobertura?
    Hasta incluso me atrevería a decir que el relevo óptimo sería el inverso, es decir, que el equipo sube casi a la línea roja y el/la relevista se deja caer manteniendo la negra y coincidiendo de nuevo en la entrada del peralte, donde hay que mantener la cuerda sí ó sí.
    Tiempo al tiempo...

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