“La carrera a los puntos es una especialidad en la que la clasificación final se establece por los puntos ganados y acumulados por los corredores en los sprints y por vuelta ganada”. Esta es la definición que da la UCI sobre la prueba, con esos dos conceptos clave, especialmente en las puntuaciones en esos sprints que se dan cada diez vueltas en los recintos habituales de 250 metros, pero que en otros velódromos se dan en un número de vueltas lo más cercano a los dos kilómetros, por ejemplo, cada seis en los de 333,33 metros.
De esta forma, la carrera de un ómnium élite, sobre
cien vueltas tendría hasta diez sprints, suficientes para que la prueba cumpla
con la filosofía de la puntuación, disminuyendo la distancia en juniors,
que, en el caso de las féminas en sólo de cuarenta, pero que también permite
mantener esa lucha intermedia.
En el caso de los cadetes, las distancias son muy interiores, 30
vueltas para ellos y sólo 20 para ellas, es decir, las chicas
deciden su carrera con un sprint intermedio y uno final. Además, en esa
distancia tan corta resulta muy complicado ganar vuelta –aunque la diferencia
de nivel puede hacer que alguna la pierda-, por lo que, en definitiva, esa puntuación pierde su filosofía y en la práctica
resulta más parecida a un scratch.
Dado que el reglamento UCI establece distancias solo para élites y juniors, no
para cadetes, no estaría de más que la
Federación Española se plantease una adaptación del Reglamento, de forma que los
sprints fueran en una distancia inferior, por ejemplo, cada cinco vueltas.
De esta forma la carrera cadete femenina
tendría cuatro puntuaciones y la masculina, seis, con lo que se mantendría el
espíritu de la prueba sin tener que aumentar las distancias.
Las puntuaciones 'genéricas' de los cadetes son algo más largas -40 y 60 vueltas-, pero tampoco estaría mal aplicarles este cambio normativo con el fin de que se habitúen a lo que es estar en alerta todo el momento y no reservarse para un reducido número de sprints.
Las puntuaciones 'genéricas' de los cadetes son algo más largas -40 y 60 vueltas-, pero tampoco estaría mal aplicarles este cambio normativo con el fin de que se habitúen a lo que es estar en alerta todo el momento y no reservarse para un reducido número de sprints.
Totalmente de acuerdo en cadetes (sobretodo feminas) hace que la prueba resulte intrascendente y pierda su esencia.Buena reflexion
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