Dos records del mundo -y ambos batidos por partida doble- han marcado la primera jornada de los Campeonatos del Mundo de pista de Berlín. Por un lado, el del equipo de velocidad neerlandés -con Roy Van den Berg, Harrie Lavreysen y Jeffrey Hoogland- que rompía la antigua marca de Alemania (41.871), dejándola en 41.225 en la final. Por otro, la cuarteta danesa con Lasse Norman Hansen, Julius Johanssen, Frederik Madsen y Rasmus Pedersen, establecía en primera ronda un record de 3:46.203, tras haberlo ya batido en la clasificatoria.
Campeones del mundo y recordmen. Foto: UCI Track |
El bronce, para Australia, en el que la entrada del joven Thomas
Cornish junto a Nathan Hart y Matthew Richardson cubrió perfectamente la baja
de última hora de Matthew Glaetzer,
derrotando en la final B a una Francia (42.829 a 43.213) que se descompuso
completamente, con los habituales Gregory Baugé, Sebastien Vigier y Quentin
Lafargue, que cedió su plaza a Melvin Landerneau en la ronda intermedia.
Para España (Alejandro Martínez, Juan Peralta y Pepe Moreno), la duodécima plaza, con un tiempo de 44.630, mientras que Polonia debe ser la octava selección que esté en Tokio, en perjuicio de Rusia.
Para España (Alejandro Martínez, Juan Peralta y Pepe Moreno), la duodécima plaza, con un tiempo de 44.630, mientras que Polonia debe ser la octava selección que esté en Tokio, en perjuicio de Rusia.
Dinamarca se sale; Italia asombra
La mañana de la primera jornada estuvo marcada por ese fantástico record
del mundo que establecía Dinamarca con Lasse Norman Hansen, Julius Johanssen,
Frederik Madsen y Rasmus Pedersen (3:46.579), superando en más de un
segundo y medio la plusmarca establecida por Australia hace un año en este
mismo evento (3:48.012). Los daneses, que en el Europeo ya habían avisado de su
potencial con la entonces, segunda mejor marca de todos los tiempos (3.48.762) hicieron un último kilómetro prodigioso
para bajar no sólo de 3:48, sino de 3:47, y dar un golpe psicológico a todos
sus rivales en esta disciplina de cara a Tokio, entre ellos una Australia
que no lograba meterse entre las cinco primeras (3:50.015) y que perdería sus
opciones de luchar por el oro.
Pero por la tarde, los daneses
dieron una nueva vuelta de tuerca y desde el primer kilómetro ya se vio que
estaban en disposición de batir su propia plusmarca, como así sucedería: 3:46.203.
Tan impresionante o más resultaba la actuación de su rival en primera ronda, Italia,
que con un fenomenal Filippo Ganna en las últimas vueltas llevaba a los ‘azzurri’
a obtener la segunda mejor marca de la historia (3:46.513), aunque por
aquello del reglamento, solamente le valdría para luchar mañana por el bronce.
Simone Consonni, Francesco Lamon, Michele Scartezzini -por la mañana- y
Jonathan Milan -por la tarde- fueron los autores de este tiempazo.
Ganando su serie con el cuarto
tiempo de la historia (3:47.501), Nueva Zelanda certificaba su pase a la final
absoluta y Campbell Stewart, Aaaron Gate, Regan Gough y Jordan Kerby -si no
entra Corbin Strong- serán los rivales de los daneses, en una final que huele a
nuevo record. Australia, con otro tiempo más que notable (3:48.625), compensaba
su fallo matinal y se hacía con el otro hueco en la final B, frente a los
transalpinos. Alexander Porter, Leigh Howard, Sam Welsford, Cameron Scott y Lucas
Plapp fueron los protagonistas.
Con actuaciones decepcionantes en
las persecuciones donde tenían bastantes esperanzas, las jóvenes velocistas
Emma Hinze y Pauline Grabosch -Lea Sophia Friedrich intervino en la ronda
inicial- daban a Alemania la primera medalla del Mundial, al ganar la final
a las vigentes campeonas, las australianas Stephanie Morton y Kaarle McCulloch
(32.163 a 32.384).
Rusia parecía demostrar con el
mejor tiempo en la clasificatoria (32.461) la recuperación de la lesionada
Daria Shmeleva. Pero ella y Anastasiia Voinova no lograban el pase a la
final absoluta, sino a la de consolación y en esta lucha por el bronce caían
ante China (Feifel Chen y Tianshi Zhong): 32-371 a 32.466. Para la dupla española,
33.816, una undécima plaza con sabor de despedida para Helena Casas y Tania
Calvo en la última competición que disputarán juntas con el formato de dos
corredoras, ya que no estarán en los Juegos, donde parece ser que Polonia y
Lituania han asegurado sus plazas.
El primer título de estos Mundiales
se lo llevaba Kirsten Wild en el scratch, que ya había ganado en 2015 y 2018.
Y con autoridad ya que a falta de cuatro vueltas cogió la cabeza, impuso un
fuerte ritmo y no dejó que nadie le plantase cara. Hasta ese momento, mucho control,
ningún intento de romper la carrera y movimientos finales de Laura Kenny,
buscando sus opciones, y de Martina Fidanza, intentando imponer su punta de
velocidad.
Pero nadie pudo con ese ritmo -en
ningún momento se puede hablar de sprint- y para Jennifer Valente, muy
sólida, y Maria Martins, aprovechando muy bien los huecos, la recompensa del
podio. Ana Usabiaga, muy bien colocada en la parte final, perdió algunos
puestos, aunque al final terminaría en un meritorio octavo lugar.
Finalmente, la persecución
femenina solamente vivió las clasificatorias, dejando para mañana la primera
ronda y las finales. Un torneo con un
altísimo nivel ya que Estados Unidos, con 4:11.229 se quedaba a menos de un
segundo del record del mundo –la segunda mejor marca de todos los tiempos-,
pero con Gran Bretaña muy cerca (4:11.871) y con Canadá –record nacional con
4:12.728- y Nueva Zelanda aún con opciones de luchar por el oro. No así la vigente campeona, Australia, que
con 4:14.934 no podrá meterse en esa pelea y lo máximo a lo que aspira,
dependiendo de los tiempos de mañana, será al bronce. Italia (4:15.255) e
Irlanda (4:21.268) también establecieron sendas nuevas plusmarcas nacionales.
En cuanto a la clasificación
olímpica, la novena plaza de Francia por
delante de Bélgica les da a las galas el pasaporte para Tokio.
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