Aunque los Juegos Olímpicos de
2008, 2012 y 2016 terminaron con los británicos copando todas las medallas de
oro en las pruebas de velocidad, en los
Campeonatos del Mundo celebrados en lo que va de siglo jamás una nación había
dominado como lo ha hecho Países Bajos en los recientes Mundiales de
Berlín.
El año pasado en Pruszkov, ganaron la velocidad por equipos, doblaron
en la individual y se llevaron el keirin. Pero este año han dado un paso más,
al completar el póker con el kilómetro,
con Sam Ligtlee, un velocista que siempre había tenido un papel muy
secundario en la escuadra ‘oranje’.
Además, Harrie Lavreysen se consolida como el indiscutible número uno de su
generación, con un el triplete velocidad individual-velocidad por
equipos-keirin, que ya estuvo a punto de lograr en el Europeo del pasado
mes de octubre –Jeffrey Hoogland le ganó en velocidad-. Y por si fuera poco, doble record del mundo dejando en 41.225 la
plusmarca mundial que tenía Alemania desde hace 2013 y en altitud.
Un éxito total que, sin embargo,
es agridulce para un Matthijs Buchli
que, aunque estuvo en el equipo ganador de la velocidad, no entró en el trío
que batió el record del mundo, y que no pudo luchar por revalidar su arco
iris en keirin. La KNWU tiene que
estudiar si aplica el ‘truco’ para posibilitar la presencia de los cuatro
velocistas, pero si no lo hiciera, el de Harlem tiene todas las papeletas
para ser el descartado, dado que el arrancador Roy Van den Berg es intocable y
que la polivalencia de Lavreysen y Hoogland le da todas las bazas.
¿Y los demás países? Pues dentro de que el Mundial no ha sido demasiado
esperanzados para Gran Bretaña y Australia, la velocidad masculina ha sido lo
que mejor resultado les ha dado. Francia debe estar ahí, como segunda en
discordia, y el resto de protagonistas ya lo serán a título individual como el simpático
Azizulhasni Awang, el polaco Mateuzsz
Rudyk y, ojalá esté –sobre todo- y esté a su nivel el australiano Matthew
Glaetzer.
Precedente: Cali 2014
En el caso de las féminas, sí
existe un procedente de una selección copando lo más alto de todos los podios
de velocidad. Fue en el Mundial de Cali,
en 2014, cuando la kaiserin Kristina Vogel se llevaba la velocidad y el keirin,
su compañera Miriam Welte los 500 y ambas, la velocidad por equipos. Un panorama
que parecía iba a cambiar radicalmente con la retirada forzosa de la primera y
el abandono de la segunda.
Pero la actual generación germana va a dar muchas alegrías a los
aficionados, sobre todo cuando ha emergido mucho más rápido –quizá obligada- de
lo que pensaba. Y entre ellas una Emma
Hinze que ha sido intratable en Berlín: cuando cogía el pasillo de
sprinters, tanto en velocidad como keirin, ha sido intratable y los dos oros
caían por su propio peso. Por si fuera poco, Lea Sophie Friedrich remataba en los 500 metros y ambas, junto a
Pauline Grabosh, en la velocidad por equipos. Curiosamente era ésta la que
parecía estar en el puesto de salida en el relevo generacional germano, pero ahora mismo es la que debería quedarse
fuera del equipo alemán en Tokio. No sería mayor problema para el futuro,
ya que será imprescindible cuando la velocidad femenina comience a disputarse,
en 2021, con tres ciclistas… que serán cuatro cuando la joven Alessa Catriona
Propster ratifique en élite las cualidades ya mostradas como juvenil.
A diferencia de los hombres, en féminas sí se ven alternativas. La
primera es, por supuesto, Rusia, que compitió en Berlín lastrada por la
insuficiente recuperación de la lesionada Daria Shmeleva, y con Anastasiia
Voinova sin estar tampoco al 100%, aunque también me causó sorpresa que en esta
ocasión no contara con Ekaterina Rogovaya, que en la Copa del Mundo había
supuesto un descanso a las dos intocables rusas. No obstante, está por ver cómo se plasma el peso de la
sanción de la WADA.
Y la segunda una Australia,
campeona de velocidad por equipos hace doce meses, y con una de sus ciclistas, Kaarle McCulloch, diciendo una frase muy
interesante: “Sé que no soy la deportista que era hace dos meses en
Polonia, y que no soy la que quiero ser en Berlín. Pero eso es porque estoy trabajando duro para asegurarme de ser la
deportista que necesito ser en Tokio”.
Y, por supuesto, la hongkonesa Sarah Lee Wai Sze, que tras
sus dos títulos de 2019 y su racha triunfal en la Copa del Mundo, ha tenido que
rendirse al dominio alemán, aunque no ha dicho su última palabra para ser
la primera deportista de su país que logre un oro olímpico.
Medallistas Berlín 2020
Fotos: UCI_Track
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