Alejandro Martínez, desde Cottbus, según publica en su cuenta de Instagram |
¿Por qué tomaste la decisión de quedarte en Cottbus?
En realidad, la decisión no fue así, sino al revés,
si me iba o no. Tras el Mundial me tomé unas vacaciones, y luego estuve entrenando
en casa una semana. Mi idea era preparar el Nacional y para ello quería estar
cerca de Bill (Huck, su entrenador). Y por ello me volví a Alemania. Entonces no
pensaba que todo esto iba a ser tan grave.
¿Satisfecho de la decisión?
Totalmente. Ha sido un acierto, ya que todo está
cerrado y la gente se lo toma con mucha responsabilidad, pero podemos salir a
la carretera a entrenar, y seguir con la preparación. Eso sí, ahora lo
hacemos de dos en dos y yo voy con Eric Engler. Se ve que quien sale es
porque tiene que hacerlo, apenas te cruzas con otros ciclistas y son gente como
Max Levy o Roger Kluge, con los que coincidimos hace pocos días. Es cierto que los
velódromos están cerrados, pero han habilitado un gimnasio en una cochera.
En este caso, voy solo ya que Engler puede ir al del centro de alto
rendimiento.
La verdad es que madrugo muchísimo, me levanto de
seis y media a siete y media. Hago algo de core, para fortalecer el tren
superior antes de salir en bici, sobre las diez. Lo normal son tres horitas. Si
voy a llegar tarde, dejo la pasta preparada, si tengo tiempo, intento
cocinar, ya que es algo a lo que ahora me estoy aficionando. Las tardes las
dejo para ver alguna película en Netflix, para estar más distraído, charlando
o hablando con la familia, con los amigos. Los fines de semana son distintos,
echo de menos poder salir con los amigos o ir al cine, algo más parecido a lo
que hacía en casa. De todas formas, tanto Eric como Bill están procurando hacérmelo
más fácil, y suelo ir de vez en cuando a sus casas a desayunar, o a tomar un
café. En resumen, te puedo decir que me siento un privilegiado, pudiendo
entrenar y dándome las mayores facilidades, aunque la situación sea un poco
extraña, a diferencia de lo que me pasaría si ahora estuviese en España.
¿Qué tal llevas la adaptación?
De alemán sigo sin saber casi nada, salvo unas palabras,
pero con el inglés es como me comunico, sin ningún problema. Y si salgo
a entrenar, como voy con Engler, menos aún. En cuanto al frío y al mal tiempo, es
algo a lo que nunca te acostumbras, como me dice Bill, y más cuando vienes de un
sitio como Alicante, que siempre tenemos sol. Ver un día gris o lloviendo
te desanima, pero por lo menos te puedes preparar. Los primeros días, me congelaba,
no podía seguir después de una hora y media; ahora ya completo el trabajo,
sobre todo en esta fase de preparación en la que me toca hacer trabajo de base
y bastante fondo.
Precisamente en estos días deberíamos estar en
Tafalla, en los Campeonatos de España. ¿Te ha trastocado mucho la suspensión?
Recorté mi tiempo de vacaciones, con el fin de perder lo
menos posible la forma del Mundial, y prepararlo lo mejor posible, pero con el
objetivo único de intentar ganar títulos, no en fijarme en los tiempos, ya que
no es un velódromo en el que se puedan considerar una referencia. Mi
verdadero objetivo, como ya sabéis, es el Europeo sub23 de Anadia. Este es mi
último año como sub23 y tengo que darlo todo. De momento han dicho que
mantienen las fechas de julio y mi trabajo está orientado a ello, aunque si
se retrasa procuraría adaptarme. Lo tengo entre ceja y ceja, sobre todo
después de que el año pasado no me salieran las cosas.
Hablamos de vez en cuando y más al tener el mismo
entrenador. Para ellos es una situación diferente porque no tienen ahora
mismo una perspectiva. No sabemos cómo va a quedar la temporada y así es
difícil mentalizarte. Por ejemplo, el Campeonato de España lo iban a
afrontar con más tranquilidad, tras un periodo de descanso más largo. Lo que sí
es cierto es que el Europeo absoluto, que iba a ser bastante más tranquilo,
si se puede decir así, al ser después de los Juegos, ahora va a ser una guerra,
al ser la única gran competición que hay antes de Tokio. En todo caso, espero
que se vean los resultados de lo bien que están trabajando. Por ejemplo, Juan (Peralta)
hizo 9.6 en el Mundial, su mejor marca a nivel del mar y muy cerca de la que
hizo en Aguascalientes, en altitud, pero hay muchísimo nivel en esta temporada.
Volviendo al Campeonato de España, ¿qué fechas crees
que serían las más convenientes ahora?
Ahora mismo es bastante complicado hacerse planes,
pero pienso que la mejor fecha más acertada sería en septiembre, como otros
años, antes del Europeo elite, ya que sería un test de cómo nos encontramos
todos, sobre todo en un año en el que vamos a tener pocas referencias.
Y
en la situación actual, ¿cuándo te planteas regresar?
Mi idea era volver a casa tras el Nacional, estar allí
una semana con la familia y regresar. Iba a hacer Cottbus, que se ha suspendido
al ser en mayo, por lo que espero que Moscú, a principios de junio, pueda
ser la primera competición. Ahora me he mentalizado que no voy a volver
antes del Europeo, salvo que Raúl (Mena, el seleccionador) realice alguna
concentración y me convoque, algo que lógicamente me gustaría. Y así
aprovecharía para ver a la familia. Pero me he marcado una línea, estoy
haciendo un sacrificio muy grande y no quiero salirme del camino, y más cuando
todo está yendo bastante bien.
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