En plena elaboración de la candidatura olímpica de 1992, Barcelona necesitaba construcciones deportivas de alto nivel. Fue gracias a ello que el ciclismo catalán recibió la gran noticia de la construcción de una instalación de referencia que marcó un antes y un después: el Velódromo de Horta. Un proceso que empezaba a impulsar el pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona en 1983 con gran celeridad: en febrero se aprobaba la adquisición de los terrenos, y en junio ya se estaban iniciando las obras. El velódromo era una realidad.
La
instalación se inauguraba el 27 de agosto de 1984 con la disputa de los
Campeonatos del Mundo de ciclismo en pista, que se juntarían con la disputa
una semana después del Campeonato del Mundo de ciclismo en ruta en el circuito
de Montjuïc. Un evento de primera línea que marcó el inicio del
velódromo que debía ser sede de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
"Aquello
era un sueño, todo el mundo hablaba del velódromo", explicaba en las
charlas #ciclismecatACasa el técnico Xavi Ràfols, que entró a
trabajar como entrenador en la FCC tras la construcción del
equipamiento. "El Velódromo Municipal de Horta-Miquel Poblet es de
las instalaciones deportivas de más alto nivel que tiene Barcelona, pese a
tener más de 30 años de antigüedad. Su construcción supuso volver a poner
Barcelona en el mapa de la pista internacional, y sin él seguramente no
habríamos tenido los éxitos de Sergi Escobar, Escuredo, Torrent, con Jaume Mas
como seleccionador...", continuaba el ex director técnico federativo.
Una vez realizados
los Mundiales, se abrió un intenso capítulo de negociaciones para mantener con
actividad la infraestructura, tal como se explica en el recientemente publicado libro de la historia de la FCC. El
proceso llevó a la realización de un proyecto en el que la FCC impulsaba la
creación en el velódromo de la Escuela Catalana de Ciclismo, así como el uso
de la misma instalación del velódromo como sede federativa, basándose en la
ubicación de la Federación Guipuzcoana de Ciclismo en el velódromo de Anoeta,
un traspaso que se terminó cerrando el año 2003 cuando se mudó
definitivamente la oficina central en Horta, como sigue siendo a día de hoy.
En 2015, el Velódromo
Municipal de Horta es bautizado como Velódromo Miquel Poblet, en memoria del
mítico ex ciclista y dirigente de la FCC que moría en abril de 2013, al
igual que el Trofeo Ciudad de Barcelona de ciclismo en pista que se disputaba
ya desde hacía años también pasa a recordarlo en su nombre. Entre 2014
y 2015, por su parte, se realizó una renovación de la madera de la pista que es
ahora la que se puede usar rodando por sus peraltes.
"Creo que
puede ser el velódromo más rápido de España", apuntaba también Ràfols hace
unas semanas. " Ahora que se ha reformado la madera nueva, es
una pista muy rápida. En el último Trofeo Miquel Poblet, tuvimos tres
récord de la pista que no se superaban desde los Juegos Olímpicos. El
problema que tiene la instalación es el ser descubierta, que dependes del
tiempo. Es un gran hándicap". Y así es como el taiwanés Nien Hsing
Hsieh (10.126) y la vasca Tania Calvo (11.287) superaron el último septiembre
la mejor marca de los 200 metros en un velódromo que todavía tiene que dar
muchas más alegrías al ciclismo catalán.
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