Historia de la pista en los Juegos Olímpicos (VI): Hacerse los suecos

Entrada del estadio olímpico de Estocolmo, edificado sobre
 el único velódromo existente en la ciudad. Foto: Wikipedia
Somos muchos los que pensamos que el ciclismo en pista es la más olímpica de todas nuestras disciplinas, ya que estuvo en la primera edición y se ha mantenido en todas… menos en Estocolmo 1912, y que su carácter se adapta mucho mejor al 'espíritu olímpico' que la carretera, por ejemplo, que tiene otros referentes competitivos.

Y es que el Comité Olímpico Sueco decidió no programar estas competiciones porque el único velódromo de Estocolmo había sido derribado para construir el estado olímpico y no tenían planes -¿dinero?, ¿ganas?- para hacer uno nuevo. Ni la protesta británica, como grandes protagonistas en los Juegos anteriores, sirvió para ello, aunque sí para recuperar la prueba de carretera que tampoco entraba en el programa inicial de aquella edición.

Pese a todo, pueden considerarse como los primeros Juegos ‘modernos’ en muchos sentidos, aunque todavía seguían prolongándose en exceso: tres meses de competiciones. Como ya es sabido, la I Guerra Mundial impidió la celebración de la edición de 1916 prevista en Berlín, por lo que hubo que esperar a Amberes 1920 para ver de nuevo un velódromo olímpico, con un programa que se mantendría bastante estable durante casi medio siglo.


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