Aunque el término streaming
tiene un origen tecnológico, referido al sistema de transmisión por flujo
de datos –es decir, que permite que el contenido se vaya visualizando según
llega al destinatario, sin necesidad de esperar al paquete completo-, en el
mundo del deporte se ha convertido en sinónimo de retransmisión,
caracterizada precisamente por esa agilidad y ligereza que le ha permitido
erigirse como alternativa a muchas retransmisiones por los soportes
tradicionales.
Las redes, el mejor canal para popularizar el streaming |
Tradicionalmente, las
retransmisiones en streaming tenían varios problemas. El primero, el que no
quedaba una copia ‘completa’, precisamente por el sistema de retransmisión,
algo que ya está completamente solventado. Cualquiera de las redes sociales
antes referidas permite mantener realizar una grabación que se puede visionar a
posteriori o incluso servir para otros usos. El segundo problema, tener un
ancho de banda suficiente, pero amplio, muchas veces imposible para ofrecer
unas imágenes de calidad, aunque es un requisito al que muchos renunciaban.
Además, un exceso de ‘televidentes’ también podía generar problemas de
saturación del calan… como ya sufrí en carne propia la primera vez que comenté
un Campeonato de España de ciclocross, en Gandía, por este sistema.
El tercer condicionante –más
que un problema en sí- sería el tener una cobertura de calidad en el espacio de
la retransmisión. Para competiciones ‘fijas’, como el
ciclismo en pista, el ciclocross o incluso el BTT, tener señal en el velódromo
o el circuito no es complicado de conseguir, bien con las redes habituales
–siempre que soporten bien el tráfico-, bien con redes propias específicas para
la ocasión. Pero en el ciclismo en carretera, donde hay traslados importantes,
y zonas orográfica y comunicativamente difíciles, más de una vez hemos visto
esos cortes de señal tan típicos del streaming y que condicionan la calidad
de la retransmisión.
Estar como en el velódromo, la clave. Foto: World Cup Glasgow |
Por lo tanto, debe reproducirse
en la retransmisión lo más posible el ‘escenario que está viendo el espectador,
en este caso, el que va a un velódromo a seguirlo desde las gradas. En el
tema de la imagen, todo dependerá de los medios, con un número suficiente de
cámaras que nos den principalmente planos generales desde distintas
ubicaciones –y sin caer en estos temas de ‘raccord’ tan comunes en algunos
streaming- con aquellos más cortos en los puntos de mayor interés,
principalmente en los sprints y llegadas.
Hacer planos cortos de los
esfuerzos de los corredores dependerá en gran medida de la calidad de los
medios –humanos y técnicos- de grabación. Pero no hace falta
recordar que las retransmisiones deportivas ‘de calidad’ abusan de estos
planos, más vistosos desde luego, pero se pierde mucha información general en
pruebas de pelotón, simplemente porque el realizador no saber leer la
carrera, llegando a veces incluso a perderse. En este sentido, la mayor
abundancia de planos generales será una ventaja para el que siga el
‘streaming’, que puede ver lo que sucede en el velódromo en su conjunto,
exactamente igual que si estuviésemos en las gradas, mirando hacían donde
queremos y concentrando la mirada en nuestro particular foco de interés.
Información y comentarios pueden concentrarse en el speaker. Foto: Unai Demi |
En este formato, se
posibilitan –y se agradecen- los comentarios y las valoraciones de los
protagonistas, especialmente corredores y técnicos, mejor que el tener a un ‘experto’
durante todo el rato. Y para ganar en agilidad no es necesario tener que
trasladarlos hasta el set; valdría con ‘pillarlos’ en la propia pista para
entrevistarlos brevemente. Y obviamente se puede elegir entre declaraciones
en vídeo, como cámara, o simplemente en audio, aprovechando los huecos
libres que deje el speaker, ya que estas actuaciones también se escucharían en
el propio velódromo.
El realizador, por lo tanto,
cobra una doble importancia, ya que no sólo debe seleccionar la
imagen necesaria en cada momento, sino que debe alternar la narración del
speaker –que obviamente debe tener prioridad en todo momento- con esas entradas
de los protagonistas que, como decimos, deben ser rápidas, ágiles y que
incluso lo son más sin imagen.
Falta de información en la video pantalla del velódromo de Palma |
Un canal comunicativo
que, como decíamos, cada vez es más popular y que, mucho nos tememos, va a ser
muy necesario en los próximos meses ya que una de las primeras
consecuencias de la pandemia de coronavirus será la ausencia de público en las
competiciones, por lo que el streaming será la única opción para difundir el
evento. Esperemos que los organismos responsables hagan un esfuerzo para ello,
no como sucedió con los Campeonatos de España de 2019 dejados de la mano de Dios en este aspecto.
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