Con ocasión de la publicación el pasado domingo de la Orden SND/388/2020, por la que se establecen las condiciones para la práctica del deporte profesional y federado, manifesté mis dudas por la aparición de una figura inexistente en el ordenamiento jurídico, la de deportista de interés nacional, que iba a tener una consideración similar a los deportistas de alto nivel.
Era lógico preguntarse
sobre su definición, sobre los criterios para ser incluido en esta relación o sobre
quien decide la inclusión, si el Consejo Superior de Deportes o las
Federaciones, o si se puede solicitar. Casi 72 horas después, permanecen las
dudas: el CSD no se ha manifestado al respecto -ni de forma general ni de forma específica- mientras que la Federación Española de Ciclismo ha dejado muy
claro que no es su competencia, que es algo que regula el máximo organismo
deportivo.
Me entristece
que ningún medio informativo se haya interesado en saber a qué se refieren y tan sólo he encontrado una cierta preocupación en el
editorial de la prestigiosa web de derecho deportivo Iusport, titulado ‘El
rigor jurídico no es incompatible con la convulsión del coronavirus’, que decía
que “cuando no nos habíamos repuesto del brusco cambio -referido a una sorprendente
declaración del CSD sobre las federaciones como parte del sector público-, este
domingo descubrimos (Art. 9 de la Orden de Ministerio de Sanidad) que existen ‘deportistas
de interés nacional’. Como concepto periodístico no dudamos en considerar
que el aserto es real y verdadero, pero como concepto jurídico aún estamos
buscando quiénes son, qué significa serlo y cómo se articula dicha categoría
jurídica”.
El caso es que,
dada la escasa consideración que han tenido los ciclistas federados a la
hora de establecerse sus entrenamientos en esta fase 0, prácticamente lo
mismo que cualquier deportista aficionado en cuanto ámbitos geográficos y
horarios, y que muchos ciclistas con un nivel elevado no tienen la
consideración de deportista de alto nivel, esa figura de “deportista de
interés nacional” podría ser -si se hace bien desde el punto de vista jurídico
y desde el deportivo- la llave para que estos ciclistas puedan pasar de
darse una vueltecita en bicicleta -como se les garantiza ahora- a tener un
mínimo entrenamiento de calidad, que ya comienza a hacerles falta.
Paradójicamente,
parece que nadie tiene interés por ellos, por los deportistas de interés nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario