La división entre velocistas y fondistas es algo que subyace desde los
orígenes del ciclismo en pista, aunque en los primeros años de la
especialidad, a finales del siglo XIX, era bastante más exagerada que hoy en
día. Y no por parte de los velocistas, ya que la prueba reina de los velódromos
era prácticamente igual a lo que conocemos de ahora; la diferenciación venía por parte de los fondistas, que se enfrentaban
a todo tipo de competiciones y de retos individuales exagerados,
inimaginables hoy en día.
Salida de la edición de 1904. Dominio público Wikipedia |
Y es que precisamente un día como hoy de hace 126 años y a la
misma hora que colgamos este post terminaba la primera edición, en el
velódromo parisino de Buffalo, con
triunfo del francés Constant Huret, cubriendo 736,94 kilómetros. ‘Le
Boulanger’ también se impondría en 1895, 1898 y 1902.
En una época en que los
periódicos competían para ganar lectores en base a las competiciones que creaban
y promocionaban, Paris-Pedale apostó por
esta fórmula, que debía su nombre a su trofeo, un Bol, aunque no de oro sino de
bronce, diseñado por el escultor Paul Decam –también propietario del medio
informativo- elaborado por la prestigiosa joyería Siot-Decauville y con el
patrocinio de Chocolates Menier.
Leon Georget, El Brutal. Dominio público Wikipedia |
En esos primeros años tuvo como protagonistas como no podría ser de otra forma a los héroes del Tour de Francia como Maurice Garin, Henri Cornet, René Pottier, Lucien Pétit-Breton –ganador en 1904- o Louis Trousselier, antes de dar paso al gran protagonista en el palmarés, León Georget, conocido por su aspecto como ‘El Brutal’: tras ganar en 1903, ser segundo en 1904 y tercero en 1906, se llevaba de forma consecutiva todas las ediciones desde 1907 hasta 1913, para volver triunfando en la siguiente edición de la posguerrra, en 1919, y siendo tercero tras el siguiente parón, en 1924. ¡Que palmarés habría cosechado de no haber sido por estas dos pausas! En sus victorias rodó entre los 847,8 y los 973,6 kilómetros.
Honoré Barthelemy se
adjudicaría dos triunfos en los años veinte, estableciendo en 1925,
precisamente en Burdeos, el record de la
distancia, con 1.035,11 kilómetros, antes de que el mítico australiano Hubert
Oppermann cerrase el palmarés en 1928. No obstante, la prueba tuvo una
corta resurrección –la vigésimocuarta y última edición- en noviembre de 1950
cuando volvió a disputarse en el Vel d’Hiv, en esta ocasión tras derny, con triunfo del polémico italiano Fiorenzo
Magni en una edición en la que participaron destacados ruteros como Antonio
Beviacqua, Theo Middelkamp, Raymond Impanis o el simpático francés de origen
norteafricano Abdel Kader Zaaf, autor de la conocida anécdota de la bota de
vino… que podéis encontrar en muchos otros blogs.
Fuente y palmarés.
Fuente y palmarés.
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