Con Stephanie Morton, de 'arco iris' en Pruszkow. Foto: UCI Track |
Aunque tiene medallas
mundialistas en keirin y 500 metros –ambas logradas en el Mundial de Pruszkow
2019-, la gran especialidad de Kaarle
McCulloch es la velocidad por equipos, donde acumula cuatro oros, tres platas y
un bronce, primero como acompañante de la inolvidable Anna Meares y ahora
formando dupla con Stephanie Morton.
Con 33 años llegará a los Juegos Olímpicos de Tokio, la segunda vez que afronta
este evento en el que obtuvo el bronce en Londres 2012, con
Meares, ya que en Rio se quedó fuera al competir como dupla
Meares y Morton. Un evento especial para ella: “El espíritu olímpico vive en mí”, declaraba esta semana en la web
del COI, Olympics.org, que le dedica
un amplio reportaje.
No obstante, su
espíritu olímpico había nacido unos años antes, cuando tenía 12 años y acudió
como espectadora a una prueba de atletismo en el Estadio Olímpico de Sidney,
y que se incrementó ocho años más tarde, en Londres 2012, pero no al conseguir
la medalla, sino al ver competir a Usain Bolt.
Centrándose en Tokio 2020, reconoce que el
aplazamiento le generó dudas sobre si debía seguir. "Son otros 12 meses de poner mi cuerpo en forma por medio de mucho
trabajo duro. Sé lo que se necesita para llegar a la cima, y no es fácil. Es
día a día de trabajo duro de compromiso, un trabajo de 24 horas, 7 días a la
semana, y que debe extenderse otros 17 meses". Reconoce que ello le ha causado
problemas, pero lo que sintió con 12
años es una fuerza impulsora para seguir adelante.
"En esos tiempos difíciles es cuando pienso
'¿puedo hacer esto?', '¿debería estar haciendo esto?'. Entonces vuelvo a lo que
es mi sueño final, en lo que realmente creo, en el hecho de que simplemente quiero esto y creo que puedo hacerlo.
Ha sido difícil pero lo estoy superando".
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