Hace ya la friolera de casi 130 años, se celebraba en Chicago el primer Campeonato del Mundo de pista, la primera disciplina ciclista que tuvo este reconocimiento universal, más de 30 años antes que la carretera y medio siglo que el ciclocross. Fue durante los días 11 y 12 de agosto de 1893, y ya escribimos en su momento con ocasión del 127 aniversario, y ahora lo recuperamos para iniciar una serie sobre los Mundiales.
Cartel de la época del histórico bicampeón, vendido por 800 dólares. Dominio público |
Tres pruebas
se eligieron para ello: la velocidad 10 kilómetros -que sería lo que hoy
consideraríamos un scratch-, la velocidad y la carrera de mediofondo de 100
kilómetros tras moto, que contaron con 9, 6 y 12 participantes,
respectivamente.
Arthur Augustus
Zimmerman, conocido como el ‘Yanqui volador’ y sin duda uno de los más grandes
pistards de aquellos tiempos históricos a los que
algún día dedicaremos un post especial, ganó la primera prueba por delante de
sus compatriotas Julian Pye Bliss y John Johson.
Al día
siguiente ‘Zimmy’ se llevaba la velocidad, sobre una milla, con los
otros dos norteamericanos intercambiándose las posiciones. Incluso el de Nueva
Jersey quiso probar fortuna en la prueba de medio fondo, pero terminaría
abandonando; de hecho, sólo acabaron el sudafricano Laurens Smitz Meintjens
y el norteamericano Emil Ulbrecht, si bien en algún palmarés éste figura como
tercero, otorgándose la segunda posición al alemán Charles Albrecht. Por cierto, al ganador se le recompensaba con la medalla de oro, pero no había premios especiales para el segundo y el tercero: todos los participantes recibían una de plata.
Afortunadamente
estos primeros Mundiales no contemplaron la batalla, en pleno fragor entre
amateurs y profesionales, y pudieron competir juntos, aunque la división se
establecería dos años más tarde y se prolongaría absurdamente durante cien
años, hasta que en Hamar 1993 se producirá la unificación. Pero ya iremos
contándolo.
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