Con la disputa
del Trofeu IME Ajuntament de Palma, el viernes pasado, y el Gran
Premio de Castilla y León, en Valladolid, el domingo, parece que se puede
dar por finalizada la Liga de Pista de la Federación Española. Y
decimos ‘parece’ porque en esta fase final de la competición apenas ha habido
comunicaciones respecto a la Liga, ni en la web federativa ni en las redes, ni siquiera en la clasificación que sigue con los resultados de febrero, aunque sí ha habido tiempo para rehacer un calendario en el que que no figuran ya las competiciones que no se disputaron.
Y lo mismo que se suspendieron dichas competiciones sin ningún tipo de explicación
-salvo la escueta mención en el calendario en su momento, ya inexistente- o aparecieron también de improviso, fuera del programa inicial, a ninguno nos sorprendería
cualquier tipo de actuación respecto a esta mal llamada competición, que en
realidad -como ya hemos dicho- no es sino un ranking y cuyo único objetivo
era ‘filtrar’ los participantes para el Campeonato de España: primero con
cinco puntos para todas las pruebas, luego con sólo tres y para las
individuales.
La ilusión y el esfuerzo por sacar la prueba adelante en Bérriz se estrellaron contra los elementos |
Lo más destacado de la Liga ha sido comprobar que hay ganas de pista, que a los corredores si se les ofrecen pruebas acuden, salvos aquellos lugares en donde se llevan años menospreciando a esta disciplina. Por ello debemos felicitar a los 160 -aproximadamente- participantes que se dieron cita en al menos alguna de las mangas, y en especial a los ‘ganadores’, a los juniors Sergio Fernández, y Andrea Castejón, y a los cadetes Unai Diez y Deva Rossato, más que por su triunfo, por su constancia en aparecer en los distintos lugares de nuestra geografía en donde se celebraron pruebas…. sin recibir ni la más mínima compensación, por su presencia o por sus resultados. Y muchas veces teniendo que gastarse no sólo en viajes de cientos de kilómetros, sino en una pernoctación el día antes por no haber ajustado mejor los horarios, comenzando más tarde, lo que también hubiera ahorrado alguna helada matinal.
Con ello se
comprueba que se puede y se debe articular un calendario nacional, pero no
bajo las premisas con las que todas las ayudas sean para las federaciones
organizadoras. Y que este calendario tampoco se puede hacer a las espaldas de
aquellas que ya tienen una densa presencia de competiciones de promoción, como
pueden ser Guipúzcoa, Baleares, Cataluña o la Comunidad Valenciana, donde
también suele haber bastante participación en sus propias competiciones, y no
sólo de los ciclistas de su zona.
Un calendario que quizá debería ser más extenso a lo largo del año: la mayoría de los velódromos nacionales son descubiertos y por lo tanto más apropiados para organizar pruebas en verano que en invierno. Me fastidia bastante el esfuerzo baldío de la gente del velódromo del Duranguesado que por tres veces tuvo que suspender sus pruebas a causa de la lluvia, aunque también debemos reconocer que en Euskadi puede llover en cualquier momento del año.
Un calendario que quizá debería ser más extenso a lo largo del año: la mayoría de los velódromos nacionales son descubiertos y por lo tanto más apropiados para organizar pruebas en verano que en invierno. Me fastidia bastante el esfuerzo baldío de la gente del velódromo del Duranguesado que por tres veces tuvo que suspender sus pruebas a causa de la lluvia, aunque también debemos reconocer que en Euskadi puede llover en cualquier momento del año.
Todo fue tan excelente que ni siquiera era necesario decir quién ganó |
Y si los
velódromos descubiertos son más aprovechables en verano -y estamos viendo la
gran cantidad de eventos que hay en Europa en estas fechas- los cubiertos
tienen que apostar por otro tipo de competiciones, algo que se debe coordinar
desde la Española. La fórmula de la Copa de España es insuficiente y debe
reconvertirse en otro tipo de competición, que sirva para dar más
experiencia a los pistards que comienzan a descollar -juniors de un cierto
nivel y sobre todo sub23-… y los permitan coger estos puntos cada vez más
necesarios para competir a nivel internacional. No hay que mirar muy lejos,
simplemente, arriba a la izquierda, a lo que está sucediendo en Sangalhos.
No podemos
acabar este repaso sin referirnos a la comunicación, que fue pasando de escasa y descoordinada
con las necesidades informativas, a inútil -como muestra, el tuit adjunto-, para
terminar siendo nula en esta reanudación. Y es que cuando
se trata de pista y no hay patrocinios de por medio, el interés federativo
decrece considerablemente, en esta ocasión hasta desaparecer.
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