Los
trabajos de construcción del velódromo de Asker -en la periferia de Oslo-
comenzarán este mes de septiembre, una vez que en
municipio diera el visto bueno a las garantías económicas para la construcción.
Se trataba del último paso necesario antes de afrontar las obras de un
recinto cuya apertura está prevista para otoño de 2022, según informa la
Federación Noruega.
El velódromo
de Asker contará con una pista de 200 metros, con una superficie deportiva
en su interior que será utilizada para otras actividades deportivas por
equipos y escuelas de dicho municipio, pero también con la perspectiva de ser
un escenario para el ciclismo en pista de toda la región. Igualmente habrá
zonas comerciales y educativas en el recinto, con un coste de 500 millones
de coronas, unos 46 millones de euros.
Junto con el
velódromo que se abrirá en Sola, definitivamente en enero de 2021 -con unos
meses de retraso por culpa de la crisis del Covid-19- y un tercero, al aire
libre, que está en construcción en Levanger -cerca de Trondheim-, se
considera que “brindará oportunidades completamente nuevas para el
reclutamiento y el desarrollo deportivo”, según manifestaba Jan-Oddvar
Sørnes, presidente de la Federación Noruega de Ciclismo.
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