De esta forma
avanzaba algo más que un deseo, la decisión de correr a partir del próximo
año en carretera e intentar seguir en la pista, pero como fondista, como
arrancador en el equipo de persecución. Una función cada vez más apreciada
en las cuartetas y que en Francia tiene un claro paralelismo con la transformación
que está realizando Quentin Lafargue. Y que le pilla aún joven puesto que no
cumplirá los 27 hasta noviembre.
“Era algo que venía
pensando desde hace mucho tiempo, desde hace dos años. Por lo menos hacer
carretera y probar con la cuarteta. Pero el hecho de trabajar los tres
velocistas de la selección -Alejandro Martínez, Juan Peralta y él- con Bill
Huck nos dio una nueva motivación, aunque al no clasificarnos para Tokio
terminaba un ciclo y decidí cambiar. Iban a ser dos años sin beca, y como
velocista apenas tienes ayudas”. En su caso, tiene una beca de Castilla y
la Mancha, “pero si hago tres salidas al extranjero y con lo que tienes que
comprar de material, te la fundes. Y es algo que no sucede en la carretera,
donde por lo menos no tienes esos gastos”.
Con este pensamiento se alineó en el Nacional, en dos pruebas de fondo -eliminación y scratch- y dos de velocidad -keirin y kilómetro-. Y aunque los éxitos llegaron en sus “antiguas” pruebas, las sensaciones en las “nuevas” fueron positivas. “En el keirin gané por experiencia, atacando desde lejos. Y en el kilómetro me ganó Ekain, que es un corredor con mucho futuro. Muy contento con las dos medallas, porque no había hecho ninguna preparación específica, en el velódromo o en el gimnasio”. En cuanto a las otras dos pruebas, “en la eliminación tuve un despiste, un fallo de concentración, y me vi fuera muy pronto y en el scratch me sentí muy super bien en la clasificatoria. En la final sí me faltó mantener las pulsaciones altas tanto tiempo. Pequé de novato cuando vi a Illart y a Eloy arrancar. Salí a tres o cuatro cortes y se me hincharon las piernas muy pronto”. La oena fue no poder participar con Castilla-La Mancha en la persecución porque no pudieron completar el equipo con cuatro corredores.
Ahora mismo
está en negociaciones para firmar por un equipo de carretera amateur –“todavía
no puedo decir nada porque no está cerrado, pero es un buen equipo”- con el que
se plantea el 2021 “para irme adaptando, para aprender todo lo que debo saber,
porque no corro en carretera desde juveniles, aunque no se me daba mal”. También
está buscando un entrenador “ya que dejé a Bill después de los Mundiales porque
como te decía, no tengo muchos ingresos y me quería plantear los meses
siguientes a mi aire. Pero no es algo urgente, ya que tiene que ser alguien
de confianza. Y de momento estoy trabajando bien como te decía con Félix y
Vicente”.
En cuanto a la
selección, “ya le dije a Mena lo que quería hacer, que quería probar en la
cuarteta. Pero de momento no hay ninguna concentración prevista y cómo
evoluciona todo el tema de la pandemia, de cara a competiciones y a concentraciones. Y si valgo para esto, claro.
Pero como te decía, mi idea es probar en la cuarteta y en carretera”.
¿Y si el seleccionador le
llama, pero para seguir en el equipo de velocidad? “No es lo que tengo pensado.
Alejandro (Martínez) y Juan (Peralta) ya lo sabían. Es cierto que con Ekain
ganamos en opciones, pero todo sigue en el aire, sin ayudas y con Juan que
no tiene claro su futuro a largo plazo”. Moreno nos dice que “no han
variado mucho mis datos de potencia. He perdido cinco o seis kilos este verano
y mantengo casi el mismo valor de varios-kilo. De hecho, hice buena tercera
vuelta, la mejor con 13.9, aunque me descalificaron. Eso sí, sufriría para
aguantar la arrancada. Pero ahora mismo tengo claro por donde quiero seguir
mi carrera, por ese nuevo camino”.
Fotos: Román Mendoza
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