Un recinto que era una necesidad para
Milán, no sólo como instalación ciclista, y más después de que en 1930 hubiese
sido demolido el obsoleto velódromo Sempione. Un industrial milanés,
Giuseppe Vigorelli, fue el artífice de la idea y por ese recibiría su nombre,
si bien desde 2000 se denomina Velódromo Maspes-Vigorelli, en honor también del
siete veces campeón del mundo de velocidad.
Tres días más tarde -y todavía sin
terminar- Giuseppe Olmo se encerraba para afrontar, y batir (45,090), el récord
de la hora. Y es que durante muchos años fue la ‘Pista Mágica para esta
disciplina. hasta nueve veces seguidas, hasta 1958, se batió la
plusmarca en la pista milanesa, destacando el record de Fausto Coppi en
1942 (45,848), en plena Guerra Mundial, lo que casi no le dejó entrenar, aunque
ese ‘bajo las bombas’ que tantas veces se ha asociado pertenece a la leyenda.
O el de Jacques Anquetil en 1956 (46,159) que rompía la plusmarca del Campionissimo
tras catorce años de vigencia. También se batió tres veces la mejor marca
femenina, destacando la lograda por la mítica Elsy Jacobs en 1958, que
también permanecería 14 años en lo más alto.
La falta de actividad propició los
primeros movimientos populares para recuperar el velódromo, aunque no fue
hasta 2011 cuando se organizaron en el Grupo Rivogliamo Vigorelli, que lograría la reapertura en 2016. Y aunque desde el punto de vista deportivo, se trata
de una instalación poco útil por sus medidas excepcionales, bien es cierto que,
en 2018, cuando los problemas en el techo dejaron impracticable el velódromo
cubierto de Montichiari, buena parte de los pistards italianos pudieron seguir
entrenando gracias al Vigorelli. Eso sí, parece complicado que vuelva a
tener una actividad de alto nivel, algo que reclaman los puristas, dada la
existencia no sólo de la pista lombarda, sino por la construcción del de
Spresiano, que debe estar listo en un par de años, a pesar de los problemas en
su construcción.
Para los que quieran saber más sobre el
mítico recinto milanés, ésta es la web oficial del Comitato Velodromo Vigorelli -herederos del GRV- que, aunque está bastante desactualizada, nos
sirve para conocer algunas historias curiosas. Recordar también que el número 14 de Volata, de la primavera de 2018, traía un interesante y amplio dosier sobre el Vigorelli, y sobre otros temas ‘pisteros. Y por supuesto, hacer
mención del ‘Vigorelli e altre storie. I protagonisti, le avventure e il
racconto della pista più bella del mondo’, un libro de hace un par de años,
escrito por Angelo de Lorenzi, pero que desgraciadamente no he podido adquirir
aún.
Fotos 1, 2 y 3, de la web del Comitatato Velodromo Vigorelli.
No hay comentarios:
Publicar un comentario