Eukene Larrarte, a sólo un paso del podio en el scratch del Europeo

La segunda jornada del Campeonato de Europa junior y sub23 que se celebra en Fiorenzuola d’Arda (Italia) no fue tan positiva para los seleccionados españoles como la víspera, aunque en la última prueba de la tarde, el scratch sub23 femenino Eukene Larrarte se quedó a un paso del podio, cuarta, en un podio que compusieron Martina Fidanza (Italia), Maike Van der Duin (Países Bajos) y Maria Martins (Portugal).

Como en los scratchs de la víspera fue en las últimas diez vueltas cuando se calentó la carrera, con ataques de varias ciclistas que no querían llegar al sprint, en especial Shari Bossuyt o Lena Mettraux. Fue en uno de los ataques de la belga cuando la española salió a por ella. Y aunque lo único que hizo fue cerrar el hueco, se colocó en una notable posición de cara a la llegada, en donde no pudo ante corredoras más rápidas que ella como Fidanza, que es la clara favorita en este tipo de llegadas, o la propia Martíns, a la que le faltó algo de chispa para hacerse con la plata.

“Estoy contenta por las sensaciones, por como me he encontrado y de cara a las carreras que me quedan. Se ha visto pronto que la carrera iba a ir al sprint que no me conviene. Cuando se ha movido la belga, he intentado salir con ella, pero atrás también han venido fuerte y no nos han dejado hacer. Y a falta de dos, me he sabido colocar ahí y en el sprint, las tres del podio han sido más rápidas que yo. No podía dar más de mí. Incluso de haber ido más adelante, pienso que me habrían pasado”.

“También me ha servido para ver cómo está el velódromo, de cara al ómnium y qué desarrollos pongo. He notado que la gente en el sprint llevaba más que yo, que quizá me he quedado corta para el final. Aunque quizás si lo hubiera puesto, no habría salido con tanto brío. No me arrepiento de mi decisión. Han sido más rápidas, sin más”.

Sexto lugar para ambas cuartetas

La jornada más larga de este Europeo comenzaba con las juniors en la persecución por equipos, donde la cuarteta formada por Ainara Albert, Eva Anguela, Jimena De Roa y Marina Garau marcaba un tiempo de 5:08.399, que solamente les permitía ser sextas.

Rusia, con Alena Ivanchenko, Inna Abaidullina -primera y cuarta ayer en la individual- Anastasia Pecherskikh y Valeria Valgonen, marcó un tiempo muy inferior (4:48.741) a todas sus rivales, entre ellas una Italia (Lara Crestanello, Silvia Bortolotti, Eleanora Camilla Gasparrini, Elisa Tonelli y Carlotta Cipressi, solo en la clasificatoria), defensora del título, a la que derrotaría también con bastante margen en la final: 4:41.581 a 4:47.786

Alemania y Polonia se presentaron en la final B separadas por solo dos milésimas, aunque en la manga decisiva Hanna Dopjans, Lana Eberle, Fabienne Jahrig y Maria Sigmund rodaron mucho más rápido que en la matinal y su ventaja sobre las polacas fue bastante más amplia (4:48.821 a 4:56.028)

A continuación fue el turno de la cuarteta sub23 masculina. Joan Martí Bennassar, Raúl García, Erik Martorell y Javi Serrano detenían el reloj en 4:23.846, que tampoco les permitía ir más allá de la sexta plaza. Más aún que en el caso de las féminas, un registro que no hace justicia a la calidad de los corredores sino al escaso trabajo previo desarrollado.

Rusia impresiona

Como era de esperar, el potentísimo equipo ruso formado por Ivan Smirnov Lev Gonov, -segundo y tercero ayer en la individual-, Nikita Bersenev y Gleb Syritsa se llevaba el triunfo, revalidando su triunfo hace un año en Gante, y con un tiempazo en la final en la que superaba a Italia: 3:59.276 a 4:08.204.  Dadas las especiales condiciones y distancias de Fiorenzuola es complicado ‘traducirlo’ a velódromo cubierto y de madera, pero en todo caso muestra el potencial de esta cuarteta que ya viene avisando de que aspira a todo en pocos años… aunque no se clasificase para Tokio.

También es agradable ver que en Italia hay ‘cantera’, con Davide Boscaro, Gidas Umbri, Jonathan Milan y Tomasso Nencini, más Giulio Masoto en la primera ronda, aunque no pudieran hacer nada ante el ciclón eslavo.

Alemania, con otro interesante equipo de futuro con Felix Gross, Richard Banusch y dos ‘primer año’ como Tobias Buck Gramko y Nicolas Heinrich marcaba 4:04.824 y superaba a Suiza, 4:08.387, impidiendo a los helvéticos repetir su bronce de 2019.

La sesión vespertina se iniciaba con el kilómetro junior en el que España presentaba a dos fondistas, aunque en el caso de Iker Bonillo, con un pasado reciente de velocista. Ambos acabaron en los puestos medios de la tabla, separados por dos milésimas: Bonillo (12º, 1:07.723) y Romero (13º, 1:07.725).

El triunfo fue para el belga Noah Vandenbranden (1:03.201), subcampeón ayer en el scratch, que saliendo el último aguaba la fiesta a los germanos Laurin Dreschler (1:04.022) y Willy Leonhard Weinrich (1:04.606), que ya se veían con el doblete.

Acto seguido una eliminación que se saldó con la victoria del danés Tobias Aaagard Hansen sobre el polaco Adam Wozniak y el suizo Fabian Weiss. En cuanto al representante español, Marc Terrasa, buena actuación en los primeros compases aunque cuando quedaban doce corredores se vio inmerso en una caída que obligó a neutralizar la prueba. Se incorporó sin problemas, pero fue rápidamente eliminado, terminando décimo.

Apuros para las campeonas del mundo

La velocidad por equipos nos permitió ver la nueva fórmula con tres corredoras -aunque sólo con cinco conjuntos- y confirmar el esperado dominio de Alemania, con sus dos campeonas del mundo, Lea Sophie Friedrich y Pauline Sophie Grabosch, acompañadas de la prometedora Alessa Catriona Propster. La duda radicaba en saber si sería Rusia o Polonia su rival en la final, y fueron las primeras, con Ksenia Andreeva, Serafima Grishina y Yana Tyshenko las que se plantaron, quedando bastante más cerca de lo que se esperaba a tenor de llos tiempos matinales (1:20.726 a 1:20.866), ya que a la joven Propster se le hizo un poco larga su posta.

Eso sí, para Paulina Petri, Nikola Seremak y Nikola Sibiak, ningún problema para obtener el bronce ante Chequia (1:21.026 a 1:26.522). Y sobre todo, ver que, aunque los equipos de tres chicas provocarán algunas bajas en el panorama internacional, en los países donde se trabaja no debe haber problemas en la adaptación.

En el caso de los hombres, más participación -ocho tríos- y comprobar como poco a poco van progresando tanto los jóvenes checos (Jakub Stastny y Martin Cechman, junto a Matej Bohuslavek), como los rusos, todos ellos del Tula Maratón (Danill Komkov, Dmitry Nesterov y Pavel Rostov), protagonistas de una final en la que los centroeuropeos dominaron hasta la última media vuelta, en la que los rusos revirtieron la situación: 1:12.632 a 1:12.748.

Con Anton Hohne, Julien Jager y Nik Schroter, Alemania superaba por poco a Polonia en la lucha por la última plaza del podio: 1:13.164 y 1:13.345. Reseñar que Países Bajos ocupó la octava posición. El camino del relevo de su fantástica generación va a ser complicado, pero por lo menos ya están trabajando.

Finalmente, la persecución femenina, Franziska Brausse revalidaba el título logrado el pasado año, y precisamente contra la misma rival de entonces, la italiana Vittoria Guazzini. La alemana ya avisaba con el mejor tiempo en la clasificatoria -siete segundos menos que la segunda- y se superaba en la final, con una diferencia de ocho: 3:35.040 a 3:43.279.

La lucha por el bronce midió a otra italiana Silvia Zanardi, y a la irlandesa Mia Griffin, con triunfo para la segunda (3:41.810 a 3:42.767), que no dio opción a la ciclista que corría en ‘su’ velódromo -es de Fiorenzuola- y que llegaba con mejor tiempo en la clasificatoria.

Inscripciones y resultados

Fotos

  1. Larrarte, en un entreno de días anteriores. Foto: Federación Española
  2. Podio del scratch femenino. Foto: Federciclismo
  3. La cuarteta masculina, en acción. Foto: Federación Española
  4. Arrancada de Iker Bonillo en el kilómetro. Foto: Federación Española
  5. Podio de la persecución femenina. Foto: Federciclismo


1 comentario:

  1. Ojalá en el futuro haya campeonatos de pista, a cualquier nivel, al aire libre en verano y a cubierto en invierno.
    Ya sólo por las fotos valdría la pena, en Fiorenzuola están saliendo magníficas.

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