Aunque el ciclismo, en sus distintas disciplinas, ha ido salvando con una cierta solvencia la celebración de sus principales pruebas, en el caso de la pista nos encontramos que los Seis Días, las competiciones que articulan el calendario en los meses invernales, han quedado seriamente tocados y que casi la totalidad de ellas ya han decidido posponer sus siguientes ediciones hasta el 2021-22.
Trasladada de sus fechas habituales post navidades a finales de noviembre para enlazar con Londres y Gante, en Rotterdam se dieron cuenta pronto de los problemas que tendrían en este 2020 por la pandemia: fue en mayo cuando anunciaron su decisión de no celebrar la prueba en sus nuevas fechas de otoño. Y en este caso no sólo argumentaron los problemas de salud pública, sino también las dificultades de contratar ruteros de los que ‘tiran’ del público -los Viviani, Cavendisch, Keisse y compañía- debido a la prolongación hasta noviembre de la temporada de carretera. Algo que seguro ha pesado también en la decisión de algún otro organizador, aunque no lo haya manifestado.
A principio de septiembre era Londres la sede que comunicaba su renuncia, una de las pruebas más importantes y con más presencia mediática, al ser inicio de las Six Day Series, que todos los años vivimos muy de cerca en Eurosport. Habrá que esperar hasta las fechas del 20 al 25 de octubre de 2021.
Finalmente, los Tres Días de Ballerup, que tan brillante inicio tuvieron en febrero como herederos de Copenhague, tampoco verán la luz, al menos en las fechas establecidas por el organizador -12 al 14 de noviembre- que no descarta una posible ubicación. Hasta febrero hay tiempo.
De la temporada invernal tan sólo se han salvado los Trois Jours d’Aigle, disputados a principios de mes y curiosamente en la misma región en la que fue imposible celebrar los Mundiales de carretera. Aparte de ello, lo poco que hemos vivido de esta disciplina invernal ha sido en los velódromos…. de verano: Fiorenzuola y Pordenone.
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