By Nicola,Wikimedia Commons, CC-by-sa 4.0, CC BY-SA 4.0, |
Y es que estamos hablando del que muchos
consideran el mejor velocista de la historia, merced a sus diez títulos
consecutivos en velocidad, entre 1977 y 1986, si bien lo hizo en la categoría
profesional, por esa absurda división en el seno de la UCI -hasta 1991-, que
posiblemente tuviera menos nivel que la amateur, donde militó la mayor parte de
su vida un Daniel Morelon al que otros muchos consideran que debe ser enquien recaiga tal honor.
Sea como fuere, Nakano ha sido y es un
mito en el mundo del ciclismo en pista. Fue el primero que se atrevió a romper
el aislamiento de los grandes especialistas del keirin japonés para ir a correr
en los Mundiales UCI. En su país, era uno de los mejores, pero no el rey de
reyes que tantas veces se ha vendido, pese a que sus ganancias cuando se retiró
superaban los 100 millones de dólares -cifras de 1992-. Sin embargo, se vio
compensado por las pruebas que se perdía al competir fuera de sus fronteras… y
a la vez elevó su caché por estos éxitos internacionales. Tras quedar
cuarto en el Mundial de 1976, ganaría esos diez títulos consecutivos y abriría
el camino a otros compatriotas que pisarían el podio en esos años, como Noboyuki
Tawara -campeón en 1987-, Yoshiyuki Matsueda, Hideyuki Matsui o Yuichiro Kamiyama,
aunque desde entonces la sequía es absoluta.
Por el contrario, no participó en el keirin mundialista -que se introdujo en el programa en 1980-, quizá porque tenía más que perder que ganar, hasta la edición de 1990, celebrada en su país, en la que solo pudo ser quinto, aunque bien es cierto que ha sido la persona que más hizo para popularizar este ciclismo fuera de sus fronteras.
Pero quizá su mito se haya incrementado tras su retirada, hasta el punto de ser una de las grandes figuras públicas en su país. Comentarista de la televisión japonesa, piloto de la derny en los Juegos Olímpicos de Sydney, actualmente tiene un canal de televisión dedicado en exclusiva al keirin, incluso un popular videojuego que simula la vida de un piloto.
Nota: El vídeo está en japonés, pero merece la pena verlo.
Sus piernas impresionaban, pero su arma más letal era la mirada. Apuesto a que cambiaría gustosamente 4 de sus maillots arco iris por un oro olímpico.
ResponderEliminarJunto a Major Taylor, leyenda del S. XX.
No sé, no sé: En aquellos tiempos para participar en los Juegos Olímpicos debería haber dejado de ser profesional y en su caso suponía a renunciar a muchos millones del keirin.
ResponderEliminarEl suele ser el comentarista de la presentación a los medios de las pruebas del Keirin Internacional, también en mi caso personal me ha tocado estar en alguno de los programas de su canal de tv, una leyenda sin duda, aunque en lo estrictamente deportivo hay que ser honesto y reconocer que el nivel de los amateurs de aquella época era superior al de los profesionales, solo viendo los tiempos del 200mt clasificatorio, se podía ver que el mejor tiempo de los profesionales estaba entre el cuarto y sexto tiempo de los mal llamados amateurs (especialmente alemanes democráticos y rusos).
ResponderEliminarJosé Antonio Escuredo