A diferencia de otros chavales a los que su afición por el ciclismo se plasma en querer ser corredores, en mi caso desde pequeño lo que me gustaba era ver ciclismo, leer ciclismo, informarme sobre este deporte. Por ello decidí ser periodista. Y como entonces lo de Internet no se intuía ni en los mejores sueños, no me quedaba otro remedio con trece o catorce años que irme a la hemeroteca o a las redacciones de los periódicos deportivos para conseguir esa información. Porque libros tampoco había muchos: primero los de Juan Carlos Pérez –‘Ciclismo en la base’, ‘Ciclismo agonístico’…-, que lógicamente me hice con ellos, y luego los de José Luis Algarra. Con ambos tuve la ocasión de tratar estrechamente mucho tiempo después.
No fue tarea
fácil. Nuevo, imposible conseguirlo ya. Y de segunda mano, pocos ejemplares
y la mayoría con precios desorbitados. Afortunadamente mi insistencia tuvo su fruto
y en Libros de Palacios lo conseguí este verano. Usado, claro, pero en buen
estado, aparte de ese olor que cogen los libros antiguos. Pero, además, reencuadernado
en tapa dura, lo que le daba aún más valor… a cambio de un precio más que
asequible, unos 15 euros, creo recordar.
Como pensaba, algunos
apuntes interesantes, teniendo en cuenta que 45 años después no hay ninguna
otra publicación similar en castellano y muy escasas en inglés, y sobre
todo historias que seguro me servirán algún día para documentar los temas
que aparezcan en TrackPiste.
Pero la gran sorpresa,
que descubrí hace muy pocos días, en una de mis ojeadas al libro cuando estoy
en el baño, fue encontrar una dedicatoria del autor, hecha con todo el cariño
que puede poner el ‘padre de la criatura’, a una persona que, visto el destino que ha tenido el libro, poco le ha importado. Ni el libro ni
la dedicatoria.
Una historia
que me ha servido para encontrar lo que es una alegoría del ciclismo en
pista: la existencia de personas que ponen todo el amor por esta
disciplina, la de aquellos que no les importa maltratar nuestro deporte
por un puñado de euros y los que -por amor, insistencia o simple casualidad-
contribuimos a rescatarlo con pequeños gestos. Por ello solamente me queda decir que,
si no puedes ser parte del primer grupo, de los creadores, intenta entrar en el tercero, donde tu
labor puede ser de gran utilidad. Pero aléjate de aquellos que malvenden
el ciclismo en pista.
Feliz 2021.
Es un libro para los enamorados del ciclismo y su historia, no me canso de leerlo una y otra vez. En cuanto a entrenamiento no te va a enseñar demasiado a día de hoy, pero por ejemplo, la historia del Record de la Hora o del ciclismo de velocidad son memorables
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