Corría el mes de marzo cuando Australia -fiel a su tradición de trabajar con tiempo- anunciaba su lista de corredores para los Juegos Olímpicos. Sin embargo, el aplazamiento de la cita de Tokio suponía una presión adicional, que se tradujo en que algunos ciclistas seleccionados no quisieran afrontar ese año más para ser olímpicos. Primero fue Amy Cure, a mediados de junio, la que dijo adiós, aunque la gran cantidad de fondistas ‘aussies’ de nivel hace presumir que no sea demasiado complicado cubrir esta ausencia.
Morton, en acción. Foto: UCI Track |
Y es que, en la misma categoría que
Morton -llamada allí Podium-, no hay ninguna velocista australiana, mientras
que en el segundo nivel, la Podium Potential Academy- solamente está
Kristina Clonan, de 22 años, protagonista de una curiosa historia, ya que
hasta hace dos temporadas corría como fondista, pero se ha pasado a la
velocidad y con notable éxito, ya que en el reciente Nacional australiano se
llevaba los cuatro oros en liza en las pruebas cortas, pero ¿suficiente para
entrar en el equipo olímpico de Tokio? Porque suplir a Morton con las
mismas garantías de estar luchando por las medallas parece imposible.
Esta semana, la web australiana ABC publicaba un reportaje sobre la crisis de la velocidad femenina en
aquel país, que, con diferentes variantes y matices, también se ha vivido en
países como Gran Bretaña, Francia, España o Nueva Zelanda. "Como
ciclista de velocidad, sé lo genial que es, pero ¿por qué no todos los demás se
dan cuenta de eso?", comentaba Morton.
Lynne Munro, en su perfil de Twitter |
Por ello, Munro intenta “comprender a
un nivel más profundo las barreras que enfrentan, comprender los desafíos que
tienen como mujer y como atleta", pero partiendo de un escalón quizá
más elevado, "personas que sean excepcionales, que sean atípicas", atletas
poderosas que quieran volverse aún más poderosas. "Es algo positivo que
las mujeres sean fuertes y creo que hemos rehuido esa imagen por un
tiempo", indica.
Este es el desafío que se ha planteado, con la vista puesta en París 2024, donde -como ya bien sabemos- el número de mujeres velocistas se equiparará al de los hombres. Y todo ello con una perspectiva científica que parta de cero. "La investigación que existe en términos de revistas revisadas por pares, se basa principalmente en atletas masculinos. De hecho, tenemos que hacer una investigación específica para las mujeres y comprender cuáles deben ser las prácticas de las mujeres”.
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