La situación sanitaria actual ha supuesto que la Federación Italiana de Ciclismo esté entregando sus tradicionales ‘Giro d’Onore’ de forma virtual a través de las redes sociales y de la web de este organismo, con diversos textos reconociendo los méritos de los ciclistas transalpinos.
Entre todos los galardonados, se destaca la selección italiana de pista que en el transcurso del último año ha conseguido un total de 33 medallas. “Un Giro d'Onore más que merecido por la excelencia italiana de la pista que, en 2020, a pesar de las dificultades, ha dado prestigio a la Maglia Azzurra, logrando resultados extraordinarios y confirmando ser un referente en la escena internacional”.
Ya en marzo de 2020, el Mundial de Berlín la pista italiana mostraba un excelente estado de salud: en total seis medallas (un título mundial, dos platas y tres bronces), así como un récord mundial, seis récords Italianos y quinto lugar en el medallero de naciones (tercero por número de medallas).
Ganna era quien establecía ese nuevo récord mundial (4:01.934), acercándose cada vez más a la pared de los cuatro minutos. Su ausencia forzada de Plovdiv, debido al Covid-19 -tras conquistar al campeón del mundo en la contrarreloj de Imola y sus éxitos en el Giro de Italia-, solo ha pospuesto una actuación que el mundo está esperando.
En el apartado femenino, la cuarteta establecía un nuevo record italiano, con 4:15.255. Martina Alzini, Elisa Balsamo, Letizia Paternoster y Silvia Valsecchi, que en el Europeo de Plovdid, además de la plata, se mejoraría aún más, dejándolo en 4:13.632.
El Mundial de Berlín mostró talentos como el de Letizia Paternoster, que con sólo 20 años ganaba la plata en el omnium, mientras que emparejada con Elisa Balsamo, lograba el bronce en el madison, otra disciplina olímpica. Para esta última, el primer éxito de una temporada inolvidable.
Finalmente, el Mundial de Berlín vio a Simone Consonni conquistar el segundo escalón del podio en scratch; junto con el bronce en el cuarteto es la segunda satisfacción personal de un deportista clave en la selección italiana.
En Plovdiv, con el Campeonato continental concluía el anómalo 2020, con un planteamiento complicado, especialmente para la selección masculina de Villa, aunque Italia regresaba con un botín excelente de 14 medallas (3 de oro, 7 platas y 4 bronces).
Aparte de las medallas de plata de las dos cuartetas, hay que destacar los resultados de Rachele Barbieri, en la eliminación, de vuelta a los niveles de hace unos años; de Martina Alzini, que firmaba el nuevo récord italiano en la persecución individual, con 3:26.836, superando al de Silvia Valsecchi registrado en Berlín (3:30.640), o de Jonathan Milan, todavía muy joven pero capaz de obtener tres medallas entre los grandes nombres: plata con la cuarteta y en la persecución individual y bronce en el kilómetro.
El Europeo se destacaba por un denominador común: la bajísima edad de todos los protagonistas, a pesar de la temporada difícil ante la compleja situación de salud. Es decir, con un buen número de ciclistas capaces de mantener alto el nivel técnico general.
Los buenos resultados también habían llegado en el Europeo junior y sub23 en Fiorenzuola, organizado en Italia en un tiempo récord. Trece fueron las medallas ganadas, de las cuales cinco títulos continentales, cuatro de plata, y otras tantos de bronce, con el tercer lugar en el medallero.
Los mayores éxitos se lograron entre las féminas, con Vittoria Guazzini, Martina Fidanza, Chiara Consonni y Silvia Zanardi como estrellas indiscutibles. Los cinco oros europeos llegan también gracias a ellas: dos en las disciplinas olímpicas de persecución femenina sub-23, con Consonni, Fidanza, Guazzini y Marta Cavalli, y madison, nuevamente con Consonni y Fidanza, y tres títulos europeos más: Consonni, en la eliminación, Zanardi, en la puntuación, y Martina Fidanza, scratch.
Merecido aplauso también los bronces continentales de las juniors Crestanello y Valentina Basilico en el madison, con la primera de ellas también en el scratch; de la cuarteta masculino juvenil, con Lorenzo Balestra, Niccolò Galli, Luca Portigliatti, Andrea D'Amato y Manlio Moro, quien repetía metal en la individual.
Un ‘Giro d’Onore’ que merecen, por supuesto, los técnicos encargados Marco Villa (hombres) y Dino Salvoldi (mujeres), coordinados por Davide Cassani, por la continuidad, profesionalidad, determinación y alto valor técnico de su trabajo.
Texto (adaptación) y fotos: Federación Italiana
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