Lo que no podíamos imaginar es que la
gala, dos veces campeona de Europa -en velocidad individual y por equipos en
2010-, doble medallista mundial en 500, y olímpica en Londres y Río, iba a
tener una nueva oportunidad en el deporte al alto nivel, y en una disciplina
tan distinta y extraña como el bosleigh, sobre todo para una pistard nacida
junto al Mediterráneo, en Tolón.
Ayer contaba su experiencia en L’Equipe, destacando que todo comenzó durante una conversación informal, incluso algo fantasiosa -como se refleja en el periódico-, con Cédric, su hermano mayor y entrenador desde 2016, que le mencionó por primera vez el bobsleigh. “Comenzó como un delirio. Ni siquiera sé cómo comenzó la discusión o cómo llegó allí”. El caso es que probó en La Plagne como empujadora, la corredora del dúo que ocupa la posición trasera.
No obstante, el progreso ha sido
rápido. En septiembre, tras una segunda plaza en la Copa de Francia, entraba en
la selección gala y el pasado domingo -por lesión de la titular, Carla
Sénéchal- debutaba en una competición oficial, en Winterberg (Alemania) para
terminar en un sexto lugar que no estaba ni en los planes más optimistas.
El futuro ha comenzado.
Y por muy extraño que nos pueda parecer,
no debe haber tantas diferencias entre el bobsleigh y el ciclismo en pista, ya
que, en los últimos tiempos, tanto la británica Victoria Williamson como el
neozelandés Eddie Dawkins informaron de su decisión de competir en esta
disciplina invernal, aunque no hemos sabido nuevos detalles de sus
experiencias.
Fotos: Facebook Sandie Clair (a la derecha en la imagen inferior)
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