En lo referido a las distintas
selecciones, aparte de la exigencia de monitorear su estado -incluyendo la toma
de temperatura- en los catorce días anteriores, conlleva la exigencia de la
presentación de una PCR con resultado negativo realizada en las 72 horas antes
del viaje, y una declaración de que la persona no ha sido puesta en
cuarentena y no ha mostrado ningún síntoma de Covid-19 en los 21 días
anteriores a la llegada a Hong Kong.
Nada más llegar serán sometidos a una
nueva PCR en el aeropuerto según las normas del Gobierno de Hong Kong y si el resultado es negativo, serán trasladados a los dos hoteles
oficiales, sin que se permita el alojamiento en otros establecimientos
distintos. Si la muestra resultase positiva, se le sometería a una cuarentena
según el protocolo establecido por las autoridades locales.
Pero no serán las únicas pruebas, ya que también
las hay previstas tras la llegada al hotel -en la propia habitación y sin poder
salir hasta que se informe del resultado negativo-, 48 horas antes del
comienzo de las competiciones, al séptimo día de la llegada y antes de
regresar.
Los dos hoteles tendrán una recepción
diferenciada para las selecciones, con habitaciones aisladas de otros grupos,
ascensor exclusivo y controles de seguridad a la entrada del establecimiento
y en las plantas asignadas, sirviendo como identificación la acreditación
de la Copa de las Naciones. La comida no se servirá en el restaurante, sino que
se entregará empaquetada según las indicaciones de cada equipo en las propias
habitaciones. Como norma general, se deberá evitar cualquier contacto con
otras personas o reunirse en la zona pública de cada planta y se recomienda
estar el máximo tiempo posible en la propia habitación.
Para los traslados diarios al velódromo,
habrá autobuses lanzadera en determinados horarios, con rutas de acceso
exclusivas y separadas con barreras tanto en el hotel como en el velódromo,
para que no se mezclen con otras personas ajenas a la burbuja.
Durante la competición, es obligatorio el
uso de máscara en todo momento, salvo en los entrenamientos y carreras, se
evitará el contacto con ciclistas de otras selecciones y no será posible el
uso de otras instalaciones del velódromo como duchas o gimnasios. Por lo demás,
aparte de las normas ya conocidas de mascarillas, dispensadores de
desinfectantes, control de temperatura a la entrada, o limpieza de las zonas,
hay que destacar que la separación de los boxes se hará con mamparas de
plexiglás y que se recomienda el uso de la App de control de ‘Leave
HomeSafe’
Se habilitará una zona de
calentamiento y recuperación fuera del velódromo, con un pasillo de acceso
exclusivo y separado por barreras, y con un límite de acceso a un máximo de 100
corredores.
Para los medios de prensa, se reducirá
el número de acreditaciones, con la obligación de
seguir las mismas normas sanitarias en el velódromo y con separación en sus
puestos de trabajo en la sala de prensa, con separaciones de plexiglás entre
dichos puestos. No podrán acceder a la ‘pelousse’ ni mantener contacto con
los ciclistas. Esta misma norma será de aplicación a los fotógrafos, que
tendrán espacios de trabajo asignados y no podrán acceder al podio, donde el
fotógrafo de la organización será el único que pueda acceder y distribuirá las imágenes
a los distintos medios.
Finalmente, en cuanto al público, la
intención del Comité Organizador es que el aforo no supere el 50% del máximo
permitido, aunque todo dependerá de la decisión gubernamental. Los
espectadores no podrán permanecer en zonas fuera de sus asientos, ni comer o
beber.
Por cierto, la UCI también ha publicado el programa provisional de esta manga, y que contempla, aparte de
las seis pruebas olímpicas para cada sexo, scratch, eliminación, persecución y
500/kilómetro, también para hombres y mujeres.
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