Si consideramos el ciclismo en
carretera cómo el eje principal de nuestro deporte, el ciclismo en pista es una modalidad complementaria, que aporta unos
elementos clave en la formación del corredor ciclista (mejora de la
cadencia y la potencia, de la posición sobre la bicicleta, del manejo de la
bicicleta, de la técnica de pedaleo, de la colocación, de rodar en grupo, de
saber esprintar…), tanto en entrenamiento como en competición.
Solamente por ello, es una razón
más que suficiente para practicar nuestra modalidad. Pero el ciclismo en pista
es mucho más ‘per se’. Este decálogo (*)
aporta una serie de diez razones para convencerte:
- Es la disciplina ciclista más variada, con pruebas que se adaptan a las características de cada corredor o simplemente a sus gustos. Aparte de las modalidades que tienen reconocimiento a nivel de Mundiales o Europeos, la originalidad prima a la hora de crear nuevas competiciones (longest lap, carreras con hándicap, carreras sin distancia conocida…)
- Es la disciplina más segura. En estos tiempos en los que la carretera puede llegar a ser tremendamente hostil para los ciclistas, a pesar de que la Normativa se está adaptando a esta práctica, pero aún de forma insuficiente. Muchos padres se retraen de que sus hijos hagan ciclismo, el velódromo ofrece una mayor seguridad, e incluso comodidad a la hora de practicar el ciclismo.
- Es la disciplina más sencilla, tecnológicamente hablando, por la simplicidad de la bicicleta de pista, donde más fácil es comprender la importancia que tiene la elección de un desarrollo o la cadencia que puedes desarrollar. Y ello se traduce lógicamente en un menor coste económico.
- Pero al mismo tiempo, es la Fórmula 1 del ciclismo, donde elementos como la aerodinámica cobran una importancia vital, y las mejoras tecnológicas están a la orden del día, con aplicación posterior al resto de las disciplinas.
- Es la disciplina en la que hay mayor interacción con el técnico, con el entrenador. En todo momento tiene una perspectiva directa del desempeño del corredor sobre todos los aspectos susceptibles de mejora (técnicos y tácticos)
- Es la disciplina que más desarrolla la capacidad para tomar decisiones. En una carrera de pista, hay que estar pendiente en todo momento de muchas circunstancias, en las que hay que elegir o decidir, es decir, tomar decisiones, no como ocurre en carretera o BTT que los momentos de transición son mucho más numerosos. Decisiones que, en muchos casos, son incluso anteriores al comienzo de la prueba.
- Es la disciplina más fácil para organizar. Si el ciclismo en carretera cada vez presenta más problemas en lo que se refiere a la ocupación de las vías, tanto en competición como en la infraestructura de llegadas, y algo mismo pasa ya con el ciclocross o el BTT, por las autorizaciones relativas al medio ambiente, un velódromo nunca planteará problemas: siempre está disponible (o debería estarlo) para que se organice una carrera en pista.
- Es la disciplina más fácil de seguir en vivo. En el velódromo se tiene una visión completa de la prueba, algo que no sucede en otras modalidades donde solamente se ven a los corredores en un momento dado (o varios si es en circuito), y siempre con la visión en el punto que se ha elegido, eligiendo lo que queremos ver. Como todos los deportes ‘de caja’, permite otras comodidades para el público: estar sentados, protegidos de las adversidades climatológicas, con servicios de bar o restauración… y permanentemente informados de lo que sucede.
- Es la disciplina más fácil de retransmitir, tanto por los medios tradicionales de televisión, como en streaming, con un número limitado de cámaras, sin necesidad de repetidores móviles (a diferencia de la carretera) y con unas enormes posibilidades de futuro, en cuanto se apliquen más medios tecnológicos (cámaras subjetivas, por ejemplo).
- Es la disciplina más olímpica de todo el ciclismo. Hasta seis pruebas de pista están en el programa de los Juegos Olímpicos, donde el ciclismo en pista es una tradición desde las primeras ediciones y no algo tan reciente como en BTT o el ciclismo profesional de carretera. Y por supuesto la que más medallas ha proporcionado al ciclismo español.
(*) Este decálogo lo realicé
hace algún tiempo para un informe en el que trabajaba Jaume Mas, pero ahora quiero
publicarlo, poniéndolo a disposición para cualquiera al que le pueda ser de
utilidad. Y por supuesto, si quieres añadir más razones, estaremos encantados
de que lo hagas en los comentarios.
Fotos: UCI Track (Mundial Hong Kong 2017)
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