En Seúl. Foto Facebook CC Jumilla |
Y el 20 de
septiembre de 1988, González se
convertía en el primer pistard español en obtener un diploma olímpico, gracias
a su notable quinta plaza en esta prueba, donde marcó un tiempo de 1:05.281,
a una décima escasa del podio, y a ocho del oro del soviético Alexandre
Kiritchenko (1:04.499).
En la prensa murciana el día de su fallecimiento. Facebook CC Jumilla |
La indudable clase –y firme
progresión- de Moreno y los lógicos deseos de hacer carrera en el ciclismo profesional fueron encauzando al murciano hacia la carretera.
El gaditano, que era compañero suyo de equipo en Gurulesa-Cegasa, nos cuenta
que era “un tío muy nervioso, siempre de un lado para otro, y un poco ‘tocado’
como estamos todos los ciclistas, para estar haciendo lo que hacemos. Pero
sobre todo muy buena gente, muy amigo”.
En este
nuevo periplo de ‘rutero’ coincidió con Miguel Fernández, actual presidente
de la Federación Murciana. “Aparte de coetáneos, éramos casi vecinos,
porque él era de Jumilla y yo de Cieza, y pasamos muchos días de
concentraciones y competiciones juntos. Para mí le destacaría por dos
características. Por un lado, era un líder, una persona carismática, que
sabía destacarse de la gente y que caía bien donde estuviera. Por otro, era
un ciclista muy polivalente, que hacía pista, carretera y era rápido, buen
rodador”.
Fernández
llegaría a participar en Barcelona’92, en la contrarreloj por equipos; pero no su paisano: Una notable
temporada 1990, cuando ganó la Vuelta a Cartagena y la Vuelta a la Comunidad de
Madrid, le abrió las puertas de la
máxima categoría, con el equipo Kelme, en el que militaría de 1991 a 1994.
Allí coincidiría dos temporadas con el
actual seleccionador, Juan Martínez Oliver. “Era muy buen contrarrelojista
y tenía su punta de velocidad, pero le faltó rematar en alguna carrera. Como
compañero era de los que lo daba todo por ti, y como persona, le recuerdo muy metódico en lo suyo, aunque a veces
costaba sacarle de la opinión que se había formado, convencerle de que se
podían hacer las cosas de otra forma”.
Con algunos de los seleccionados para Atlanta. Foto: Marca |
Nos hubiera
gustado hablar con Bernardo, para conocer sus vivencias olímpicas, pero se dejó la vida en la carretera el 6 de
octubre de 2000, en un accidente de coche por causas desconocidas a doce
kilómetros de Ontur (Albacete), donde llevaba algún tiempo residiendo ya
que su mujer era de allí, en un viaje que le traía de su Jumilla natal. Ya
había colgado la bicicleta tras Atlanta e incluso había dejado de ejercer como
director deportivo, aunque mantenía un
estrecho contacto con este mundillo.
En cualquier caso, desde TrackPiste queremos rendirle este pequeño homenaje, recordando a uno de los hombres que abrió el camino para la pista española en estos postreros años del siglo XX.
Y posiblemente en caso de haberse dedicado, uno de los mejores kilometristas de la historia de España, hay que tener en cuenta que sus condiciones para esa prueba eran innatas como demostraron sus 2 medallas en los 2 mundiales junior sin preparación específica alguna y después en los Juegos Olímpicos, rayando la medalla sin hacer una preparación específica como digo de velocista-kilometrista.
ResponderEliminarAdemás en esa época no era como desde hace unos años donde algunos fondistas pueden disputar a un velocista la prueba del Km. esto ha sido debido al gran incremento de los desarrollos y permite a un fondista aprovechar ese buen final y yendo durante toda la prueba a cadencias más lentas, con los desarrollos que se utilizaban en aquellos años, las cadencias eran tan altas que era prácticamente que ningún fondista pudiera obtener los resultados que se pueden conseguir ahora.
Eso demuestra todavía más las grandes condiciones que tenía Bernardo, no para la velocidad, pero sí para el Kilómetro.
José Antonio Escuredo Raimóndez.