Después de tres candidaturas fallidas, en 1924, 1936 y 1940, Barcelona se presentaba con muchas posibilidades a la nominación para los Juegos Olímpicos de 1992, no sólo por la solidez de su proyecto, sino por lo que significaba que el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, fuera oriundo de la Ciudad Condal.
La gran novedad de Barcelona fue el nuevo
mapa mundial. La Unión Soviética había dado paso a numerosos países
independientes, buena parte de los cuáles se agruparon por primera y única
vez en la Comunidad de Estados Independientes, aunque Estonia, Letonia y
Lituania compitieron de nuevo bajo sus banderas. Yugoslavia también se presentó
dividida en sus nuevas repúblicas, algunas de las cuales tuvieron que tener un
reconocimiento provisional para competir. Por el contrario, República
Federal y República Democrática daban paso de nuevo a una Alemania unificada.
En el aspecto deportivo, destacar el
inicio de la autorización para que no hubiera ya restricciones a la
participación de profesionales en algunas disciplinas, como el baloncesto,
donde se plasmó en la presencia del ‘Dream team’ estadounidense, con las
mejores figuras de la NBA. Protagonismo que compartieron con el popular
Cobi, la mascota diseñada por Mariscal.
Ya pormenorizamos en otro post sobre los detalles del oro de Moreno, que
con 1:03.342 establecía además un nuevo récord olímpico, vigente desde
México’68 y sus circunstancias de altitud, superando en casi un segundo al
australiano Shane Kelly y en medio más al estadounidense Erin Hartwell,
quienes le acompañaron en el podio, con el vigente campeón, Aleksander
Kirichenko, en una floja duodécima posición
El chiclanero también intervino en la
velocidad, pero pagó la escasa recuperación que tuvo con una octava plaza –cayó en cuartos ante el italiano Roberto Chiappa, en dos
enfrentamientos y en la serie del 5º al 8º sólo pudo ser cuarto-, en un
concurso en el que Jens Fiedler continuaba la tradición de la RDA, aunque
este país ya no existiese. Como les había pasado a sus antecesores, su
principal rival, Bill Huck, campeón del mundo en 1990, se tuvo que quedar en
casa al permitirse un solo velocista por país. En la final, derrotaba en dos
mangas al australiano Gary Neiwand –la segunda vez con una cierta polémica ya
que éste fue descalificado- mientras que el canadiense Curt Harnett se imponía
a Chiappa en la lucha por el bronce. Por cierto, los tres primeros habían sido
los tres mejores en la clasificatoria de 200, que, como el resto de las
pruebas del programa, fueron cronometradas por primera vez a la milésima.
Otra de las grandes novedades de
Barcelona radicó en el uso de nuevas bicicletas, en especial la Lotus del
británico Chris Boardman, un monocasco de fibra de carbono que se alejaba
de la forma triangular habitual y que abriría un camino que culminaría en
Atlanta hasta que fue cortado tajantemente por la UCI. El vigente campeón
mundial, el alemán Jens Lehmann, se las prometía muy felices y más cuando
estableció un nuevo record mundial en la clasificatoria con 4:30.054. Hasta
que salió Boardman con su bicicleta revolucionaria y lo rebajó hasta 4:27.357,
para pulverizarlo en primera ronda (4:24.496). Su superioridad fue tal, que
por primera vez una final olímpica terminaba con un persecucionista doblando
a su rival, el citado Lehmann. Destacar que en ninguna de las
persecuciones se disputó la final de consolación, sino que el bronce se
determinó por el mejor tiempo de los derrotados en semifinales, en este
caso el neozelandés Gary Anderson. La representación española corrió a cargo de
Adolfo Alperi, quien terminaba en una notable séptima posición final.
El programa masculino se completó con la
puntuación, disputada en dos mangas clasificatorias de 30 kilómetro –criba que
no pudo superar el mallorquín Aynat, decimosexto en su serie-y una final de
50 kilómetros corrida tan rápido que ninguno de los 21 ciclistas que logró
terminar pudo ganar vuelta, y que se decidió en el último sprint de
forma muy ajustada, con Giovanni Lombardi –tan conocido por su periplo
profesional como por su faceta de agente, de Peter Sagan entre otros- sumando
44 puntos, por 33 del neerlandés Leon Van Bon -actualmente un reputado
fotógrafo- y 38 del belga Cédric Mathy.
Continuamos el repaso con la velocidad,
en la que la defensora del título olímpico, Erika Salumäe, fue nuevamente la
vencedora, aunque en esta ocasión defendiendo la bandera de Estonia y no la
de la Unión Soviética, como había sucedido en 1988, enseña que fue izada al
revés en la ceremonia protocolaria, quizás por la novedad, algo que no le molestó
demasiado a la ganadora. Salumäe tuvo bastantes problemas a lo largo de todo
el torneo –sólo pudo ser sexta en la clasificatoria- pero fue de menos a más
y terminaría imponiéndose a la alemana Anett Neumann en el desempate, con el
bronce para la neerlandesa Ingrid Haringa.
Y no podemos terminar sin hacer mención a la ausencia de españolas, aunque Ainhoa Ostolaza, sobre todo, y Nuria Florencio estuvieron trabajando muy duro para estar en Barcelona, pero las exigencias federativas fueron injustamente elevadas e impidieron una presencia que debería haberse materializado.
Fuentes:
Olympics.org, Olympedia y Wikipedia.
Fotos
- Cobi, a mascota olímpica, personalizada para el ciclismo
- Vista de una competición en el velódromo de Horta. Fundación Barcelona Olímpica
- La cuarteta española, en acción. Cedida por Jonathan Garrido
- Rossner, primera campeona olímpica de persecución. Foto: Bundesarchiv/Wikipedia
Creo que es de justicia añadir este omentario realizado en Twitter por Dori Ruano para entender un poco mejor la realidad de barcelona'92 y el ciclismo femenino.
ResponderEliminarAñadiría que la NO presencia femenina española en pista
Tanto Ainhoa Ostolaza como Nuria Florencio deberían haber competido
Estuvieron entrenando MUY DURO con los chicos y por no conseguir la mínima ( muy dura ) se quedaron fuera ..pero podían repescarlas
Porque España era país organizador
Fue un error muy muy grande y una gran pena porque aquello fue un golpe moral en dos grandes deportistas
Las dos con unas cualidades muy muy grandes y con trabajo hubieran conseguido éxitos para la pista española
Gracias Dori.