La primera semana de agosto será la más
intensa de la historia de la pista en España, al coincidir en estos días la
celebración de las competiciones olímpicas en el velódromo de Izu -entre
el lunes 2 y el domingo 8- y los Campeonatos de España para todas las
categorías, que se desarrollarán a partir del martes 3 durante seis jornadas.
Afortunadamente, el hecho de que en los
Juegos Olímpicos haya una sola sesión y debido a la diferencia horaria
podría permitir compatibilizar ambos eventos: por la mañana, seguimiento en
Eurosport, de las doce disciplinas olímpicas, con especial atención el
jueves 5 a Albert Torres y el sábado 7 al menorquín formando pareja con
Sebastián Mora; por la tarde, las finales del Nacional para élites, juniors
y cadetes. Incluso el domingo hay plena compatibilidad, ya que las pruebas
de Tokio son de madrugada y las del Nacional, solamente por la mañana.
Bromas aparte por la coincidencia, es una
verdadera incongruencia que coincidan dos eventos así en una misma semana, otra muestra del maltrato que vive la pista en España, y algo que nadie podría imaginar no sólo en otros deportes, sino en cualquier
otra disciplina ciclista. Ello no resta ni un ápice el mérito de la
Federación Madrileña y Galapagar por sacar adelante un Campeonato que este
año se presentaba bastante problemático, por la inexistencia de planificación.
No hay que olvidar que desde el final del Nacional hasta el principio del
Europeo sub23 y junior de Apeldoorn (Países Bajos) sólo habrá ocho días para
trabajar en la preparación de este evento. Y con el seleccionador nacional
aún fuera de España en los primeros días de esa semana. Más de uno propuso adelantar el Nacional al menos una semana… como se puede ver sin el más mínimo
éxito.
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