El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, y el presidente del Club Ciclista Tierras de Lleida, Ramon Simó, firmaron ayer por la tarde un convenio para la cesión del uso de las instalaciones municipales del velódromo del Campo de Deportes de Lleida.
En este acuerdo interviene también el Gimnasio
Ekke, que a cambio dispondrá de parte del espacio del recinto como zona de
aparcamiento para sus socios.
El convenio, que tendrá una duración de
cuatro años, contempla que el club asumirá los gastos de mantenimiento y
limpieza de la instalación mientras que el Ayuntamiento se reserva la
posibilidad de usar el velódromo para celebrar espectáculos o cualquier otra
manifestación cultural, social o deportiva, de la sea organizador o colaborador.
Aunque es una actuación que ha sido
aplaudida por el ciclismo ilerdense, que lleva mucho tiempo detrás de las
mismas, se trata de una reforma que parece alejar -al menos por los cuatro
años de duración del convenio- la reivindicación de construcción de un nuevo
velódromo más moderno y con mayores posibilidades tanto de entrenamiento como
para acoger competiciones. Inaugurado en 1919, aunque fuese totalmente remodelado
en 1944, la construcción de sus peraltes es bastante deficiente e impiderodar con seguridad a altas velocidades, por lo que es adecuado para escuelas,
pero no para competiciones de categorías de mayor edad. Su extraña medida,
de 260 metros, o la zona de sombra en uno d ellos peraltes que mantiene
bastante humedad en invierno son otros dos condicionantes negativos del recinto
ilerdense.
Foto: Paeria.cat
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