Cuando logró el record del mundo. Foto Team TTO |
Es cierto que lo hizo en Cochabamba,
beneficiado por los 2.500 metros de altitud de la ciudad boliviana. Pero
también es cierto que entonces aún no había cumplido los 21 años –nacido
el 23 de septiembre de 1998- y que se trata de uno de los velocistas más
prometedores del panorama actual.
Paul es el principal estandarte de una
hornada de velocistas de Trinidad y Tobago que, desgraciadamente, se vio afectada por un presunto asunto de dopaje: Tras ganar la velocidad por
equipos en los Juegos Panamericanos de Lima, ese mismo año, Nijsane Philip,
integrante del trío y plata en la velocidad individual tras nuestro
protagonista, fue descalificado y aunque su país jamás reconoció un caso de
dopaje, no ha vuelto desde entonces a la selección nacional, lo mismo que Keron
Bramble, otro de los componentes del equipo, sin que ninguno de ellos haya
vuelto a aparecer en las convocatorias de Trinidad y Tobago. Así se perdían
sus opciones de luchar por estar entre las ocho naciones clasificadas para
Tokio, aunque el país caribeño logró dos plazas en las pruebas individuales,
velocidad y keirin, que ocuparán Paul y Kwesi Browne (31.1.1994).
Sobre Paul hemos conocido esta semana
pasada, a través de una amplia entrevista en CyclingNews, donde comenta
que jugaba al fútbol y que comenzó a montar en bicicleta al estar lesionado,
que no viene de ninguna familia de ciclistas, aunque en Gasparillo, en la
parte sur del país donde nació, hay bastantes ciclistas. “Decidí andar en
bicicleta para mantenerme en forma. Un entrenador me vio mientras estaba en un
velódromo y me pidió que me uniera a su club, solo por diversión”. Rápidamente
fue progresando hasta llegar a participar en el Campeonato Panamericano
Juvenil, aunque sus primeras actuaciones fueron como fondista.
En Suiza, con el uniforme del CMC. Foto Facebook Nicholas Paul |
Recuerda también que batir el record de
Pervis “era uno de mis objetivos, así que verlo hecho realidad fue
increíble. Convertirme en el poseedor del récord mundial... Estaba
alucinado. Me llevó algún tiempo adaptarme, pero estaba tan feliz de haberlo
hecho y de que el trabajo duro había valido la pena”, que no le abrió muchas
puertas, pero que “inspiró a mucha gente en Trinidad y Tobago a saber que,
si trabajas duro, el cielo es el límite. Ese ha sido uno de mis principales
objetivos: allanar el camino para nuestra juventud, y no solo para los
ciclistas, sino ayudar a los jóvenes a comprender que si trabajas duro todo es
posible. Estaba feliz de haber podido hacer eso”.
Foto: Facebook Nicholas Paul |
De las dos pruebas que
afrontará en Tokio, reconoce que le gusta más la velocidad “porque es uno contra uno, un mano a mano. Me gusta el aspecto del
gato y el ratón, tratar de leer las tácticas de
tu oponente, tratar de burlarlo con tus propias tácticas. El keirin también es
táctico, pero no es solo uno a uno, por lo que se trata de cómo corres la
carrera”.
Después de los Juegos, considera muy
positiva la nueva Champions League, “porque ahora tendremos más carreras
durante todo el año sin ese gran tiempo de inactividad”, que seguirá en el WCC,
“porque el proceso de selección para los próximos Juegos está ya ahí y tengo
que prepararme para París”, y que no se plantea muchas cosas en el fututo. “Todavía
soy joven, 22 años, así que quiero ver a dónde me lleva la vida y estoy
disfrutando el momento. Si esta vida me lleva a París y Los Ángeles, nunca
le diría que no porque me encanta el ciclismo y quiero seguir haciéndolo bien”.
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