Faltan dos meses exactos para que el ómnium suponga el estreno de la pista española en los Juegos Olímpicos, con Albert Torres en liza, para que dos días después el menorquín remate junto a Sebastián Mora en la madison. Un periodo de tiempo en el que afrontarán la recta final de su preparación para Tokio, que ya está prácticamente cerrada y que conlleva algunos cambios respecto a lo inicialmente previsto, sobre todo por la suspensión del Europeo de Minsk (Bielorrusia), que estaba pensado más como un test final que como un evento para buscar resultados.
Por otro lado, la preparación en carretera ha sido altamente satisfactoria en estos
meses en los que han podido cumplir con un calendario de calidad con los
colores de Movistar, destacando la presencia de Torres por segundo año
consecutivo en el Giro de Italia. Por ello, ahora mismo no consideran que sea
necesaria una concentración en altitud para coger fondo, sino incidir en la preparación en el velódromo,
con entrenamientos, primero en Valencia y luego en Mallorca, en esta recta
final de la preparación olímpica, aunque lamentando esa ausencia de competiciones. En principio comenzarían esta fase sobre el día 28 y la
prolongarían hasta la salida para Tokio que, a falta de confirmación de las
fechas de los vuelos por parte del COE, sería
en torno al 30 de julio, desde Palma.
Dentro de la preparación olímpica, falta otro elemento clave que es pasar por
el túnel del viento, algo que se ha demorado en varias ocasiones por no disponer de todo el material, pero que
se producirá en los últimos diez días de
junio, bajo el control de Xavier Disley, de Aerocoach, en Birmingham.
Cascos, ruedas, ropa y otro material serán testados para saber cuál se adapta
mejor a las condiciones necesarias para rendir al máximo en el velódromo de
Izu.
Foto: Federación Española
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