De esta forma, se crea la clasificación por equipos de pista, con las mismas características de la clasificación por naciones, en cuanto a los resultados que se contabilizan.
Sin embargo, se determina que los
puntos de un corredor o de un equipo se contabilizarán tanto en la
clasificación UCI por naciones como en la UCI de equipos de pista de la UCI, independientemente
de la estructura con la que intervenga, aunque se mantiene la excepción
de la Copa de las Naciones, que solo sumarán para la clasificación UCI por
naciones, si interviene con la selección, o la de equipos UCI, si lo hace con su
equipo.
La creación de la Liga de Campeones
conlleva también la inclusión de varios artículos referidos a la adjudicación
de los puntos de la general de este evento -sólo de la general final, ya
que cada una de las reuniones se contempla como una prueba C2- a las distintas
clasificaciones UCI.
Así, la puntuación por ganar la Liga de Campeones será ligeramente inferior a la de ganar un Mundial -1000 puntos por el arco iris frente a los 900 por llevarse la Champions League-, y bastante superior a una Copa del Mundo o un Campeonato Continental -800 y 600, respectivamente-. Sin embargo, el sistema tiene ‘truco’, ya que los puntos obtenidos por cada corredor se repartirán: en el caso de los velocistas, en dos partes, la mitad para el ranking UCI de velocidad y la otra mitad, para el de keirin; en el de los fondistas, en cuatro partes iguales para los de scratch, eliminación, puntuación y ómnium.
Una de las partes con más cambios es la
referida a la reglamentación de los equipos de pista, que pasa a ser competencia
de las Federaciones Nacionales y no de la UCI, como ocurre actualmente con
los equipos continentales de carretera, siendo éstas las que controles los
aspectos reglamentarios y legales, tanto en la inscripción como durante toda la
campaña. Igualmente se introduce todo lo relativo a la garantía bancaria de
estos equipos, lo mismo que sucede en carretera.
En cuanto a la normativa de inscripción
de pruebas en el calendario, ya adelantamos todos los cambios en TrackPiste
el pasado mes de febrero, siendo lo más destacable que toda nueva prueba
será considerada como clase 2 y que toda prueba que se inscriba fuera de
plazo será inscrita como clase 2.
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