Xabier
Bilbao (3.12.1954) nos indica que “hasta
entonces existía la función del Comité de Apelación, a cargo de la propia UCI,
que era quien tomaba las decisiones contra las reclamaciones. Estos fueron los primeros Juegos en los que se puso esta
función”. Sobre los medios, el colegiado vasco nos dice que “eran los
habituales de la época, los que podíamos ver en las retransmisiones de
televisión”.
En cuanto a las pruebas de carretera,
“estuve encargado del control de bicicletas y más que las dimensiones de las
bicicletas, lo que había que controlar
era la publicidad, teniendo que tapar la que no era conforme con cinta
americana”, mientras que, en el BTT, “mi misión fue bastante sencilla,
estar en un control de paso, como en el ciclocross”.
Veinte años después, recuerda Sydney 2000
como “una experiencia muy intensa, con muy poco tiempo de descanso, porque prácticamente todos los días tuvimos
competiciones. Sólo tuvimos un par de días de asueto, que coincidieron con el triatlón y aproveché a
verlas con Andreas Pettermann, un alemán que conocía del Mundial de
Burdeos, que fue un grandísimo corredor, pero también director del Coast y que
estaba muy puesto en triatlón y los conocía a todos”.
Se refiere a Jamie Staff, en semifinales,
lo que permitió clasificarse a José Antonio Escuredo para la final en la que
conseguiría la medalla de plata. Unos medios que en cierta medida contrastaban
con la magnitud del equipo arbitral. “había
más de veinte personas designadas, con dos árbitros en cada curva. Pienso que
no era necesaria tanta gente”. Pese a la decisión tomada, “fueron unos
Juegos bastante tranquilos, sin interferencias”. Incluso Dave Brailsford –el
responsable del equipo británico-, que normalmente era bastante puntilloso
con las decisiones arbitrales, estuvo bastante comedido.
Fue en el velódromo donde tuvo uno de los
recuerdos extradeportivos más importantes de los Juegos, “ya que estaba en el box de España y vinieron la Princesa y Urdangarín a
saludarnos”. También tuvo ocasión de hablar con la ministra Maria Jesús San
Segundo, pero más le marcó fue “ver
habitualmente al príncipe Alberto de Mónaco en la Casa de España. Siempre
que me pasaba por ahí, allí estaba”.
Curiosamente, los dos colegiados
estuvieron vinculados a la Federación Española en los primeros años de este
siglo, aunque en este caso con cometidos muy distintos. Astigarraga fue
presidente del Colegio de Árbitros y posteriormente, durante un breve periodo,
de la Comisión Técnica, mientras que de Bilbao se aprovechó su condición de
jurista para estar al frente de la Comisión Estatutaria.
Fotos
- Los dos colegiados ya tenían la experiencia previa de Barcelona 92
- Bilbao, en una medición de bicicletas en el Tour de Francia. Foto UCI
- Colegio arbitral en Atenas 2004. Foto personal Astigarraga
- Astigarraga, con la Ministra San Segundo y el director general de deportes. Foto personal Astigarraga
- Bilbao, en una reunión federativa. Foto: Román Mendoza
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