Y es que con el programa establecido –del martes 3 al
jueves 5, los élites y sub23, y del viernes 6 al domingo 8, los juniors y
cadetes-, las pruebas de carretera del
fin de semana son una fuente de conflicto para estas categorías inferiores.
En el caso de los juveniles, el domingo
está programado el Trofeo Ayuntamiento de Peñafiel, penúltima prueba de la Copa
de España, por lo que habría muchas renuncias, por no hablar de pistards
como el valenciano Iker Bonillo, el balear Marc Terrassa, el madrileño Miguel
Ángel Molina o el catalán Axier Casado que están en las primeras posiciones de
la general del torneo de carretera.
En el caso de los cadetes, la coincidencia no es con un
circuito nacional, pero sí con una de
las pruebas más importantes de la categoría, la Vuelta al Bajo Aragón. Y es
una categoría en la que, al no haber diferenciación por especialidades, las
renuncias cuantitativas se dejarían notar.
Por este motivo, algunos
técnicos autonómicos han propuesto el cambio en el orden del programa, es
decir, comenzando por los juniors y cadetes, y terminando por los élite-sub23,
aunque el fin de semana se dispute la prueba final de la Copa de esta categoría
–donde no hay conflicto de intereses entre ‘carreteros’ y ‘pisteros’-. Ese fin
de semana tampoco hay pruebas femeninas nacionales y el hecho de que coincida con una prueba profesional, la
Vuelta a Burgos, es ya un caso perdido.
La
solución, aunque sea de compromiso, no es mala, y
parece que hay una cierta receptividad por parte de la Española. Y desde luego,
es bastante mejor que el programa original. Pero toda esta problemática seguirá
sucediendo mientras que no se ‘protejan’
las fechas de los Nacionales de pista.
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