Con el campeon olímpico de BMX -el que fue su primer deporte-, Niek Kimman Foto: Twitter Lavreysen |
A sus 24 años, cumplidos el pasado 14
de marzo, el pistard de Luykgestel, una población
de apenas 3.000 habitantes en Brabante, en el Sur del país, que él ha puesto en
el mapa, se ha convertido en uno de los grandes de la velocidad de todos los
tiempos, con un palmarés impresionante que ya cuenta, aparte de las tres
preseas olímpicas, con seis títulos de campeón del mundo o tres de campeón
continental absoluto.
De Luchtflits uit
Luykgester -El destello de luz de Luykgestel- o De Pfeil von Brabant -La Flecha
de Brabante- se inició en el BMX, como muchos de los pistards neerlandeses,
y tenía un prometedor futuro por delante, ya que había sido campeón de los
Países Bajos y de Europa como junior. Pero tras haber sufrido varias caídas que
afectaron a su hombro, los médicos le recomendaron que dejase el bicicross y se
pasara a otro deporte. Y la pista, disciplina con la que hay relaciones muy estrechas en los Países Bajos, le estaba esperando.
En el Europeo de 2016
tuvo su primera oportunidad, al estar descansando los principales velocistas
neerlandeses después de los Juegos de Rio, aunque no tuvo una actuación reseñable. Pero se ganó una plaza
para la selección absoluta en el Mundial de 2017, donde conseguiría sus dos
primeras medallas internacionales, sendas platas en velocidad por equipos e individual.
Desde ese momento hasta ahora, su consolidación en el equipo ‘oranje’, hasta el
punto de ser el indudable líder, aunque aún no sea un ciclista con el carisma
de los grandes velocistas de todos los tiempos. Y como dice. “Soy joven y
espero participar en algunos Juegos más. De momento, es una ventaja que parís
llegue tan pronto”.
Tras ganar la velocidad por equipos. Foto: UCI Track |
En todo caso se mostraba satisfecho porque
“tener toda la simpatía de mi país es algo grande. Todavía tengo que
asimilarlo todo, pero mirando para atrás no tengo nada de que lamentarme”.
Sin embargo, ahora toca desconectar. “De
momento me voy de vacaciones y durante al menos tres semanas no haré nada. Y
luego, si no me han vuelto las ganas, descansaré más”. Su presencia en los
Mundiales a mediados de octubre, donde defiende sus tres oros, está a día de
hoy en el aire… aunque es perfectamente comprensible que el rey Harrie quiera
descansar: tiene muchos días de reinado por delante.
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