Histórico séptimo oro de keirin. Foto: UCI Track |
Cuando el neerlandés Harrie Lavreysen reaccionó, ya era demasiado tarde, aunque el neerlandés pudo finalmente subir al podio, pero a recoger el bronce, ya que Azizulhasni Awang le superaba y se hacía con la plata. El malayo se lamentaba de la oportunidad perdida, de ese oro como premio a su carrera al que aspiraba, pero algunos minutos después era la viva imagen del agradecimiento. Y para Lavreysen, aunque no lograse el triplete como en el último Mundial, la alegría de saberse como el gran triunfador de estos Juegos, con los dos oros de las velocidades y el bronce del keirin.
Podio del keirin de muchos quilates. Foto: UCI Track |
En total 16 países subieron al podio en algún
momento y aparte de británicos y neerlandeses se llevaron sendos
oros Dinamarca (madison masculina), Alemania (persecución femenina), Italia
(persecución masculina), China (velocidad por equipos femenina), Estados Unidos
y Canadá, que se estrenaron hoy. España se va de Tokio con la sexta plaza de la
madison y la décima del ómnium.
Un ómnium muy accidentado que domina Valente
desde el principio
La medalla estadounidense llegaba en un ómnium femenino muy accidentado, marcado por una caída en el scratch inicial que afectó hasta a nueve corredoras a las que se decidió con muy buen criterio dar a todas los mismos 16 puntos, para no marcar de entrada el ómnium, aunque es cierto que algunas afectadas como Laura Kenny o Elisa Bálsamo ya perdían casi de entrada sus opciones, lo mismo que Lotte Kopecky y Daria Pikulik que incluso abandonaban poco después.
Valente, líder de principio a fin. Foto: UCI Track |
No obstante, ambas lo intentaron, pero sin poder ganar
esa vuelta que necesitaban. Por lo tanto, a Valente le valió con asegurar
tres sprints -entre ellos el último- para llevarse el triunfo, con 124, por
110 de la japonesa, que incluso pudo perder el segundo lugar en el último
sprint: Wild fue tercera, lo que se traducía en llevarse el bronce (108
puntos), pero con algún puesto mejor la neerlandesa habría sido plata. Por
cierto, ese último sprint se lo llevaba Kenny, lo que le valía para terminar sexta
en un torneo en que con un poco menos de mala suerte habría estado bastante más
arriba. Destacar también la regular actuación de Stenberg, que no pudo
aguantar la acometida final de Wild y Dideriksen, terminando séptima, y las
buenas maneras de la joven portuguesa Maria Martins, que terminaba con diploma
olímpico, el séptimo lugar.
“Ahora mismo me atraviesan
cien emociones distintas y todavía no sé lo que siento al habar ganado -indicaba
la estadounidense-. Han sido cinco largos años y desde luego estoy muy feliz. Llegué
líder a la puntuación, pero con escasa diferencia por lo que me la tuve que
plantear como otra carrera más, dejando la medalla que podía ganar en un
segundo plano”.
Kelsey Mitchell, la reina de la velocidad
Mitchell celebra su triunfo. Foto: UCI Track |
El único momento complicado para Mitchell fue
la semifinal ante Emma Hinze: tras ganar la primera
manga, la germana empató, pero la norteamericana hizo valer su fuerza en la
decisiva. La alemana, quizá desmoralizada, quizá cansada, no tuvo ninguna
opción en la lucha por el bronce, que fue para la veterana hongkonesa Sarah Lee
Wai Sze. Al final las alemanas, las grandes triunfadoras del último Mundial,
quedaban cuarta y quinta, ya que Lea Sophie Friedrich se llevaba la manga de la
quinta a la octava.
“Después de un año y medio
de entrenamiento en un velódromo vacío, tener gente en boxes y algunos
espectadores ha sido muy especial, porque todos estaban animando y las
carreras han sido mejores. Sabía que para ganar tenía que hacer un sprint
largo y eso he hecho, arrancar temprano y por supuesto aguantar”, indicaba
la canadiense.
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